Los primeros casos de la enfermedad surgieron el año pasado, entre abril y diciembre, pero ahora el brote ha resurgido en una zona montañosa de la provincia de Quang Ngai.
Los 171 habitantes de la pequeña localidad de Reu han sufrido en las palmas de las manos y las plantas de los pies los efectos de esta enfermedad, que mató la semana pasada a una persona en esta aldea. "Muy poca gente vino al funeral porque muchos tenían miedo de que un fantasma pudiese cogerlos y llevarlos con los muertos", ha asegurado Phan Van Jiem, de 36 años, en declaraciones al periódico 'Nguoi Lao Dong'.
El viceministro de Salud, Nguyen Thanh Long, ha explicado al diario 'Thanh Nien' que el Gobierno se pondrá en contacto con la Organización Mundial de la Salud (OMS) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) para que colaboren en la investigación de la enfermedad.
El Gobierno trabaja, entretanto, para intentar reducir la tasa de mortalidad, de la que apenas se conoce que no se transmite más que por el contacto entre pieles. Uno de cada diez enfermos sufre graves daños en el hígado.
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