La ruta de evacuación por actividad volcánica del Popocatépetl está obstruida por obras en la carretera federal México-Cuautla o Chalco-Amecameca, especialmente en el entronque con la autopista México-Puebla, donde todos los días miles de vehículos se “atoran” hasta una hora.
No sólo mercados y tianguis obstruyen las rutas de evacuación, por donde tendrían que salir más de 67 mil 500 habitantes de 20 comunidades, ubicadas en los cinco municipios mexiquenses más cercanos al volcán Popocatépetl, especialmente las obras de la carretera federal México-Cuautla, en su tramo Chalco-Amecameca-Ayapango, las que son un “tapón” todos los días en horas pico, para la movilidad de miles de vehículos.
En la última evacuación registrada en el año 2000, en que cerca de 80 mil personas salieron de sus casas al aumentar la actividad del Popo, “la gente se amontonó en la carretera, muchos decidieron meter sus autos y camionetas por las cañadas y hubo familias completas que murieron al caer a barrancos”, recordó Amalia, vecina de Amecameca, quien hoy como todos los pobladores de la zona de los volcanes, está atenta a la actividad del Popo.
La carretera Chalco-Amecameca en sus 25 kilómetros, presenta tramos restringidos de los tres carriles por sentido, a sólo circular por el acotamiento, tal como sucede entre Tlalmanalco y Amecameca, por obras de pavimentación.
Además de Amecameca a Cuautla, la carretera está cerrada, pues la obra está inconclusa, por lo que el paso de vehículos está restringido a caminos locales.
El “tapón” mayor está en la salida de Chalco a la autopista federal México-Puebla, en donde constructores reducen la circulación con piedras, varillas y barreras de plástico.
Incluso, miles de vehículos provenientes de Amecameca, Tlalmanalco, Chalco e Ixtapaluca, tienen que pasar por un tramo de terracería, con vados y baches, para poder llegar a la caseta de cuota y salir a la autopista rumbo al Distrito Federal, lo que detienen el flujo de autos, camiones y camionetas.
Este punto se paraliza no sólo en “horas pico”, sino durante fines de semana y puentes vacacionales con la afluencia de turistas hacia la zona de los volcanes y los viveros de pinos.
Si el semáforo de alerta volcánica sube a rojo y se activa una evacuación, este punto será caótico y representará un peligroso tapón para la salida de más 67 mil habitantes que viven en la zona de alto riesgo.
CIEM-MEX