La sala de clases del preescolar de la Escuela Álvar Núñez Cabeza de Vaca de Hernandarias se vino abajo durante el temporal del martes, en horas de la tarde, y felizmente la inclemencia del tiempo impidió que los niños estén en clase en ese horario.
La directora de la institución, Shirley Prieto, explicó que la construcción data de 1980 y que causó un gran susto cuando vieron cómo la parte del techo literalmente se partió en dos, durante la copiosa lluvia del martes por la tarde.
"A la mañana tuvimos clases normalmente, pero luego, cerca de las 14.00 de ese martes, prácticamente se vino abajo la sala del preescolar, que estaba vacía porque los chicos no vinieron por las malas condiciones del tiempo", expresó con cierto alivio la titular de una de las escuelas pioneras de la ciudad de Hernandarias.
Son aproximadamente 50 niños los perjudicados con el derrumbe de la sala de clases. Fueron llevados al pabellón del nivel medio para poder continuar con sus actividades académicas.
REPARACIÓN. Desde ayer, un primer grupo de albañiles estuvo ya en la escuela Álvar Núñez para sacar todos los materiales que puedan recuperarse, como tejas y ventanales. El área está aislada y un guardia privado controla que los chicos no se acerquen al sector de obras.
El Ministerio de Educación anunció que enviará profesionales para el levantamiento de datos del pabellón dañado y un perito para revisar los demás sectores de la escuela y el colegio, erigidos dentro del amplio predio.
Prieto explicó que la Coordinación Departamental también ya está en conocimiento de lo ocurrido y que la Municipalidad de Hernandarias se comprometió en entregar un aporte de dinero en efectivo, para apurar la reparación del pabellón del preescolar.
"Tenemos en el colegio construcciones que tienen como 50 años, y ya que anuncian un peritaje, creemos que es más que oportuno, puesto que esto fue un susto en el que no tuvimos, gracias a Dios, víctimas que lamentar, y es un toque de atención para prevenirnos", expresó la docente.
La Gobernación del Alto Paraná, a través de su departamento de obras, también se comprometió a revisar la institución y ver qué pueden aportar para apurar la reconstrucción del pabellón dañado por los efectos del temporal y los años.
La escuela requiere, además de la construcción del nuevo pabellón, la reposicisión de muebles, como escritorios, sillas con pupitres y otros elementos didácticos, propios de la sala de clases del nivel inicial, que quedaron inutilizados con la fuerza del derrumbe y las lluvias caídas.
La directora anunció que con la comisión de padres y la coordinadora departamental de Educación, buscarán adquirir los mobiliarios.
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