El temporal se cebó ayer con las carreteras cántabras. Desprendimientos de grandes rocas -dos de ellas de unos 400 kilos-, árboles derribados, la nieve y el hielo obligaron a cortar numerosas vías comarcales y el granizo provocó un accidente múltiple en la autovía A-8 a su paso por San Vicente de la Barquera. Además, las fuertes lluvias registradas durante todo el fin de semana han obligado a la Confederación Hidrográfica del Cantábrico a establecer el protocolo de vigilancia en las cuencas del Besaya, el Miera y el Pas por si se produce alguna crecida. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) prevé que distintas provincias del norte peninsular, Cantabria entre ellas, alcance el nivel de alerta por nieve ya que la cota de nieve descenderá hasta los 500-700 metros.
Las lluvias seguirán azotando Cantabria hasta última hora de hoy y las temperaturas se mantendrán estables hasta la noche. Pero tras una pequeña tregua en las primeras horas de mañana, la previsión de Aemet indica que seguirá lloviendo durante toda esta semana.
La jornada de ayer estuvo marcada por las incidencias registradas en las carreteras a causa de la lluvia. Lo más notable fueron los desprendimientos que obligaron a cortar varias vías comarcales en puntos muy distintos de la geografía cántabra. Una roca de unos 400 kilos fue arrastrada por el agua hasta la CA-260 a su paso por Miera (kilómetro 7,1) y otra de un peso similar cayó en la CA-184, cerca de Cabariezo (Cabezón de Liébana). Además, en la subida a Peñacabarga se localizó en medio de la calzada un pedrusco de casi 100 kilos.
Otros desprendimientos más leves -piedras sueltas, tierra y ramas- se registraron en Camaleño, en la carretera autonómica 184, entre Ojedo y Frama (Cillorigo de Liébana), en la CA-706 que da acceso a Bostronizo (Arenas de Iguña) y en la CA-380, a su paso por Pechón (Val de San Vicente). También se recibieron avisos de argayos en la localidad de La Cocina (Valdáliga).
Las precipitaciones se transformaron en importantes nevadas en algunas comarcas del interior, donde se registraron temperaturas más invernales que primaverales, y en Santander se produjeron dos fuertes granizadas, una de madrugada y otra por la mañana. Las zonas más afectadas por la nieve fueron Liébana, Campoo y el valle de Villaverde. Así, el acceso a Tudanca quedó cerrado a última hora de la tarde, se solicitó la presencia de quitanieves en Fuente Dé y varios vehículos quedaron bloqueados en Estacas de Trueba. Las fuerzas de seguridad también avisaron de peligro de hielo en la calzada de la comarcal CA-142, en el municipio de Villaescusa, y de nieve en carretera en Lanchares (Campoo de Yuso), Lantueno y Corconte (Reinosa).
Aunque las carreteras fueron las más afectadas por el temporal sólo se registró un accidente importante en el que afortunadamente no hubo que lamentar heridos. Una fuerte granizada, registrada entre el kilómetro 265 y el 268 de la A-8, a la altura de San Vicente de la Barquera, provocó un accidente múltiple en el que se vieron involucrados seis vehículos. Tampoco hubo que lamentar más daños que los materiales en distintos puntos de la región donde la lluvia y el viento derribaron varios árboles sobre la calzada. Uno de ellos se registró en la localidad de El Astillero, en la calle Lepanto, otro en la CA-263 junto a Entrambasmestas (Luena) y uno más en El Pontarrón de Guriezo (Guriezo) que obligó a cortar la carretera autonómica 151.
Inundaciones
A las dos de la mañana, la Confederación Hidrográfica del Cantábrico informó al 112 de que el río Miera a su paso por Puenteagüero y el río Pas por Carandía se encontraban en el umbral de seguimiento. A las nueve de la mañana se sumó el Besaya en el tramo que surca Torrelavega. Finalmente, a las 12.37 horas, la Confederación activaba el protocolo de vigilancia para las tres cuencas hidrográficas.
Donde sí tuvieron que intervenir los bomberos por culpa de las inundaciones fue en los garajes de distintas localidades. Para empezar, a las seis de la mañana en Herrera de Camargo, donde además se produjo un fallo del suministro eléctrico una hora antes. A la misma hora, pero esta vez, en Puentenansa (Rionansa), se registró un segundo corte de luz causado por la tormenta.
El resto de garajes inundados se localizaron en La Edilla (Rasines), Cudón (Miengo), Villegas (Corvera de Toranzo) y Arnuero. Además, el agua se apoderó del bar La Estación, en Mogro y amenazó con derribar un muro en Molleda (Val de San Vicente) y otro en la calle Jesús Otero de Santillana del Mar, donde intervinieron los bomberos de Torrelavega.
EA2CPG