El aparato, un bimotor turbohélice L-410 de la compañía Noar Linhas Aéreas, cayó en un terreno perteneciente a la Aeronáutica (la Aviación Civil brasileña) del país muy próximo al aeropuerto Guarararapes de la ciudad cuatro minutos después del despegue.
El piloto había comunicado a la torre de control que el aparato tenía problemas e intento realizar un aterrizaje de emergencia en la playa de Boa Viagem, pero se estrelló contra el suelo y se incendió, cobrándose la vida de las 16 personas que viajaban a bordo, ha informado Aeronáutica. Según los bomberos, todos los ocupantes del aparato han muerto carbonizados.
El avión tenía como destino final Natal. Hasta el lugar de los hechos, donde los bomberos ya han conseguido controlar las llamas, se han desplazado expertos de la Fuerza Aérea Brasileña (FAB), que tratan de determinar lo ocurrido, así como peritos del Instituto Médico Legal para identificar a las víctimas.
La aerolínea Noar Linhas Aéreas fue creada recientemente y realiza vuelos de pequeña distancia a bajo coste entre las principales ciudades y el noreste del país. Como medida de precaución, las autoridades aéreas brasileñas han suspendido todos los vuelos de la compañía.
Por su parte, Aeronáutica ha anunciado que ya ha "iniciado una investigación para esclarecer los posibles factores que contribuyeron al accidente".
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