Lokon se encuentra en el norte de la isla de Sulawesi, y actualmente despide lava y cenizas por arriba de los mil 500 metros, motivo por el cual las autoridades de dicho país ya han pedido a más personas que abandonen sus viviendas.
Hasta ahora la erupción ya provocó un incendio en los bosques cercanos, y se teme que los daños se extiendan hacia la población que vive a 3.5 km del cráter, el cual se ubica a 1579 metros sobre el nivel del mar.
El gobierno de dicho país ya ha implementado un plan de apoyo a las personas que deban abandonar sus casas. A ellos se les repartirá máscaras de gas y tiendas de campaña. La mayoría de estas personas se encuentran alojadas en escuelas de diversas comunidades.
Aunque las cenizas se encuentran muy elevadas, la actividad aeroportuaria todavía no se ha visto afectada, según información del aeródromo ubicado en Manado.
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