El volcán lanzó hoy columnas de humo y ceniza que alcanzaron los 800 metros de altura después de las erupciones de los últimos dos días, en las que lanzó piedras y lava a un kilómetro y medio de su caldera que causaron incendios en bosques y matorrales de los alrededores.
El número de evacuados se ha duplicado en las últimas horas a causa de la creciente actividad del volcán, donde las autoridades mantienen declarada la alerta roja desde el lunes.
El portavoz del Centro Nacional de Gestión de Desastres, Sutupo Purwo Nugroho, dijo que los afectados han sido alojados en seis centros de refugiados de la localidad de Tomohon, cercana al volcán.
También señaló que "nadie ha muerto por el impacto directo de la erupción", después de que una mujer falleciera ayer de un ataque al corazón al ser evacuada.
La agencia ha destinado 300 millones de rupias (35.200 dólares o 24.800 euros) a atender a los desplazados mientras la Cruz Roja indonesia ha distribuido 15.000 máscaras contra el humo, informó la agencia local Antara.
Cerca de 30.000 personas viven en las proximidades del Lokon, un volcán de 1.580 metros de altura, situado a 20 kilómetros de la capital regional, Manado.
El Lokon, uno de los 129 volcanes activos en Indonesia en la actualidad, ha sufrido cinco erupciones en los últimos veinte años, una de las cuales, la de 1991, causó la muerte de una persona.
Indonesia está ubicada dentro del denominado "Anillo de Fuego del Pacífico", un área de intensa actividad sísmica y volcánica.
Las erupciones del volcán más activo del archipiélago, el Merapi, mataron el año pasado a 350 personas.
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