La depresión tropical abandonará, definitivamente, este país en las próximas horas con dirección al Mar de China Meridional, al oeste.
Al menos 31 personas han muerto, 27 permanecen desaparecidas y 648.362 se han visto afectadas en Filipinas por una tormenta tropical que recorre el norte de este archipiélago desde hace dos días, indicaron hoy fuentes oficiales.
Según el Centro Nacional de Prevención de Desastres, las últimas víctimas son un hombre de 73 años a quien el viento tiró del tejado de su casa mientras intentaba repararlo, dos hombres que murieron ahogados en sendas riadas y una mujer que había sido dada por desaparecida días atrás.
Los equipos de rescate sacaron ayer el cadáver de un minero del túnel de un yacimiento que colapsó la víspera en la provincia de Camarines del Norte (este) a causa de la copiosa lluvia y los fuertes vientos que acompañan a Nock-ten o "Juaning", como llaman los filipinos a esta depresión tropical.
Las víctimas restantes han fallecido ahogadas, sepultadas por desprendimientos de tierra, electrocutadas o golpeadas por postes o árboles derribados por el vendaval.
Los 36 heridos registrados por las autoridades también han sufrido accidentes de este tipo.
La mayoría de las muertes han sucedido en la provincia de Albay y las demás se han repartido entre Catanduanes, Camarines del Norte, Camarines del Sur Marinduque, Cavite, Quezon, Siquijor, Iloilo y la región de Manila.
Respecto a los 27 desaparecidos, 24 de ellos son pescadores que salieron a faenar pese a las advertencias en las provincias orientales de Masbate, Catanduanes y Albay.
Los tres restantes son dos policías que fueron sorprendidos por un desprendimiento de tierra en Ifugao (norte) y un hombre de 47 años de la provincia de Romblon.
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