Ya es oficial. La semana pasada la OCDE hacía público desde París su nuevo informe “Future Global Shocks” en el que se declara el riesgo de tormenta solar como uno de los “cinco grandes riesgos potenciales” que pueden llegar a desencadenarse sobre nuestra sociedad mundial en los próximos años, con efectos devastadores muy cuantiosos y difíciles de evaluar.
Junto al "gran riesgo potencial" de tormenta solar que pudiese producrir un apagón electrico y tecnologico los otros cuatro riesgos potenciales tomados en consideración por la organización internacional serían “pandemias, ciberataques que afecten a infraestructuras, crisis financieras y revueltas socio económicas”, si bien, como ha puntualizado desde España el Observatorio del Clima Espacial de la Asociación Española de Protección Civil para los Eventos Climáticos Severos, el iesgo de “tormenta geomagnética” sería un riesgo al que dicha organización internacional parecería estar dedicando una particular atención.
Así junto a la difusión de este primer informe general sobre los riesgos la OCDE habría procedido ya a abordar de modo especializado, mediante un segundo informe,titulado “Geomagnetic storms”, a este concreto riesgo, informe que aún no habría sido difundido publicamente a diferencia del primero, o informe general, pero que el aludido observatorio español sobre el clima espacial ha remitido a Nueva Tribuna en la totalidad de su texto íntegro para ponerlo a disposición de los lectores y que cualquier interesado pueda leerlo y valorarlo por si mismo con plena transparencia.
Del mismo han destacado la formulación de distintas recomendaciones a la comunidad internacional y a las autoridades estatales hara el desarrollo de políticas públicas preventivas frente a la “potencial pérdida indirecta de vidas” por el fallo de los sistemas eléctricos y de energía, que reconoce literalmente dicho informe; en especial debido a las “consecuencias en cascada" asociadas a la posible larga duración de una tal situación una vez caidos los sistemas y hasta lograr su recuperación ciudad a ciudad.
“La pérdida repentina de la electricidad podría causar fallos en los medios de transporte masivo de pasajeros por rail así como en los medios de señalización de tráfico rodado generándose un alto número de accidentes. El fallo de la refrigeración podría afectar a aquellos pacientes dependientes de medicación que debe mantenerse fría. Los cortes de agua debido al fallo de las bombas eléctricas que nos la suministran, o al fallo de las plantas de potabilización que las depuran, podrían llevar a una exposición aguda de la población a agentes nocivos para la salud y a la propagación de enfermedades asociadas. Las unidades de lucha contra incendio podrían dejar de tener acceso a agua que bombear desde sus mangueras y los hospitales dejarían de tener acceso a agua potable con la que atender a sus pacientes en riesgo.
La Asociación Española de Protección Civil para los Eventos Climáticos Severos ha expresado además su preocupación por el hecho de que tales estimaciones vengan a converger con las preocupaciones ya expresadas por los gabinetes de calificación de riesgos de aseguradoras mundiales de la talla de Zurich (Informe “Solar Storms protecting your operations against the sun's dark side”) o la británica LLOYDs que calificó en febrero de este mismo año el riesgo de Tormenta solar como uno de los 3 nuevos riesgos emergentes ya de este año 2011.
O que ese informe venga a converger también con la propia voz de alarma recientemente reiterada este pasado 22 de junio por NASA y varios espacios web directamente asociados a esta como el Space.com (“Earth must be ready for next Big Solar Storm”), al tiempo que la Organización Meteorológica Mundial y la propia ONU han declarado públicamente también en las ultimas semanas la necesidad de incrementar el nivel de alerta y prevención mundial ante los eventos del clima espacial actualmente en desarrollo en el sol.
Cita literal en inglés que se aporta en la nota, para su contraste tal y como también se puede hacer en la página 64 del propio informe OCDE “Geomagnetic Storms” que se adjunta.
“The potential for loss of life is low in this scenario, restricted to indirect loss of life associated with the loss of electricity and the resulting cascading effects on other critical infrastructures. The loss of electricity could cause mass transit and passenger rail systems to fail and traffic signals to stop working, both situations where accidents could ensue. The loss of refrigeration could affect those who rely on medications that must be kept cold. Water shortages due to the failure of electrical pumps to convey the water or power the purification plants could also lead to acute exposure to toxicants or disease. Firefighters would not have access to water to put out fires and hospitals would not have access to water to take care of at-risk patients”.
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