Los hospitales madrileños de La
Paz y Ramón y Cajal mantienen en aislamiento a treinta pacientes contagiados
por bacterias hospitalarias. Los enfermos, en su mayoría personas de edad
avanzada y con dolencias respiratorias previas, permanecen en unidades especiales,
bajo vigilancia y altamente esterilizadas, tal y como establece el nuevo
protocolo de la Comunidad de Madrid para la prevención y control de las
llamadas 'superbacterias', que son resistentes a los antibióticos.
De los treinta afectados
registrados en ambos hospitales en la tarde del martes, 18 estaban ingresados
en el hospital de La Paz y 12 permanecían en el Ramón y Cajal, según fuentes
del Ejecutivo regional, que no pudieron cuantificar los aislados en el resto de
hospitales de la región. Sin embargo, las autoridades sanitarias madrileñas
aclaran que no todos esos pacientes están "infectados", sino que
muchos de ellos simplemente están "colonizados", es decir, son
portadores de las bacterias pero no han desarrollado la infección. Aún así, los
hospitales mantienen a todos en aislamiento para evitar que el brote se
descontrole y afecte a otros enfermos. En concreto, "hay 6 infectados y 6
colonizados en el Ramón y Cajal; y dos infectados y 16 colonizados en La
Paz". En el hospital Ramón y Cajal aseguran que el nuevo plan para
controlar infecciones bacterianas está sacando a la luz más casos, pero se
resisten a hablar de brotes o a calificar la situación de excepcional. Sin
embargo, el protocolo estipula que existe un "brote" infeccioso
cuando se dan "dos o más casos de pacientes infectados".
El jefe del Servicio de
Microbiología del Ramón y Cajal, el doctor Rafael Cantón, uno de los máximos
especialistas españoles en la materia, explica que "las infecciones por
bacterias multirresistentes preocupan a las autoridades sanitarias
europeas", que ven como España ha pasado en solo una década de registrar
"casos puntuales de infecciones" en algunos hospitales a que estos
sean habituales "en varias regiones". De ahí que la Comunidad haya
puesto en marcha acciones organizadas para prestar mejor asistencia a los
afectados y frenar su transmisión para evitar una epidemia, o incluso una
situación endémica. Los pacientes aislados en el Ramón y Cajal son
mayoritariamente ancianos y han sido trasladados a 12 habitaciones del sector
centro de la novena planta del hospital. Llevan entre 15 y 21 días ingresados
en el hospital, donde entraron por otras afecciones, principalmente
respiratorias. Su traslado a esta unidad de aislamiento se ha producido, por goteo,
en los últimos días, tras comprobarse mediante cribados que estaban colonizados
por estas bacterias hospitalarias.
E.coli y Klebsiella pneumnoiae
Las 'superbacterias' más comunes en este momento en el hospital Ramón y Cajal
son 'E.coli' y la 'Klebsiella pneumoniae'. La primera se instala en el
intestino y puede causar diarreas e infecciones. La segunda puede causar
infecciones como la neumonía o sepsis. Algunos de ellos están contagiados con
un esterococo que produce carbapenemasas, que se contagia principalmente a
través de las heces.
El contagio se produce mediante
el contacto físico, nunca por el aire, por lo que el protocolo establece
rigurosas medidas sanitarias tanto para los familiares que acompañan a los
pacientes, como para el personal que les atiende. "Para entrar en la
habitación de mi padre tenemos que desinfectarnos las manos y ponernos guantes
y una bata. Lo tienen aislado porque al estar bajo de defensas se ha contagiado
de esta bacteria. Nos dicen que es una bacteria resistente a los antibióticos,
aunque los médicos me cuentan que ya lo tienen estabilizado. Espero que de
verdad lo tengan controlado", cuenta Marimar, hija de un paciente de 85
años al que trasladaron a la unidad de aislamiento del Ramón y Cajal este
lunes. Trabajadores de este hospital han protestado por la falta de información
recibida sobre la nueva unidad. Aseguran que no les han dado indicaciones sobre
cómo proceder en sus respectivos servicios con los pacientes infectados. El
responsable del Microbiología asegura, por contra, que el centro ha organizado
"sesiones generales y específicas, por servicios y unidades, para que el
personal conozca cuáles son las nuevas medidas y el manejo habitual en estos
casos".
Una situación habitual
Desde el
centro hospitalario, así como desde la Consejería insisten en que la situación
no es extraordinaria, sino habitual, y en que está "perfectamente
controlada".
"El plan de control de
infecciones hospitalarias para este tipo de bacterias es modélico, lo van a
copiar otras Comunidades Autónomas, y es muy necesario porque en Europa
preocupa que la situación pueda ser endémica, como ya lo es en Grecia",
explica el microbiólogo Rafael Cantón. Pese al mensaje de tranquilidad de los
expertos sanitarios, los familiares de algunos pacientes del Ramón y Cajal no
dejan de mostrar su inquietud: "Mi madre ingresó hace dos semanas por una
neumonía. Ha estado en Medicina Interna y allí se ha contaminado con este
enterococo. Tengo conocimientos médicos y creo que es un problema serio: son
bacterias que a una persona sana no le afectan, pero a alguien con las defensas
bajas hay que tenerlo muy controlado", añade una familiar de una paciente
ingresada en el hospital. Los expertos consultados han puesto el acento en
recordar la importancia de no automedicarse, para no generar en nuestros
organismos resistencia a los antibióticos. También debería controlarse más el
uso excesivo de medicamentos en el ganado, que al final incorporamos a través
de la alimentación.