El incendio forestal declarado en el término de Ayora, en el interior sur de la provincia de Valencia, se mantiene sin llamas después de que haya evolucionado favorablemente durante la noche, han informado fuentes del Centro de Coordinación de Emergencias.
Desde primeras horas de la mañana trabajan en la extinción del siniestro catorce brigadas forestales, cuatro autobombas y dos pelotones de la Unidad Militar de Emergencias (UME), que siguen refrescando la zona.
Fuentes del Centro de Coordinación de Emergencias han indicado que, debido a la favorable evolución, esta mañana no se han incorporado los medios aéreos y se han retirado los efectivos que se habían enviado desde Castilla-La Mancha.
El incendio se encuentra perimetrado por el personal encargado de su extinción, que se esforzaba anoche en refrescar la zona para evitar posibles rebrotes antes de que hoy cambiaran las condiciones meteorológicas con la llegada del temido poniente.
El fuego, que comenzó a las 20,21 horas del jueves, tuvo su origen en el incendio de una cosechadora que trabajaba en la finca de Las Menoras, según confirmó el alcalde de Ayora José Vicente Anaya, que atribuyó las llamas al «sobrecalentamiento» de la máquina.
El fuego habría quemado en unas pocas horas unas 700 hectáreas, de cultivos y zonas forestales, según algunas fuentes, aunque no existe una evaluación oficial.
El paisaje destruido por las llamas está formado por un mosaico de pinar y matorral, con algunas encinas, que se alterna con campos de cultivo de cereal sobre los que ayer «volaban» las llamas propagadas por el viento, según testigos presenciales.
Ya al amanecer, con el viento calmo y la presencia de un amplio equipo formado por unas 500 personas y veinticinco aeronaves, el fuego pudo ser dominado hasta quedar prácticamente sin llama a las 20 horas de ayer, según informó Emergencias 112.
Los 97 niños acampados en Ayora que fueron evacuados el jueves debido al incendio forestal regresaron ayer a sus casas. Según el alcalde de Ayora, José Vicente Anaya, los menores, de entre 6 y 10 años, partieron en autobús hacia Albacete y Toledo, de donde procedían.
Tras pasar la noche del jueves en el polideportivo de Ayora y el día de ayer en la piscina municipal, los monitores decidieron que era mejor que los niños no volvieran al campamento en el que se encontraban cuando comenzó el incendio y se marcharan a casa, aunque Anaya aseguró que el fuego «está controlado». El jueves por la noche, el Ayuntamiento de Ayora les proporcionó una cena y esterillas para que durmieran y ayer dispuso una comida en un restaurante de la localidad.