Esta desaparición confirma las sospechas que la situaban el mismo lunes, en torno a las 10 de la noche en el Centro Comercial Calatrava de Oviedo.
Hasta su aparición las últimas noticias de Thainara de Oliveira se remontaban al lunes, a eso de las ocho de la mañana, cuando salió de su domicilio, en la zona denominada como Las Colominas viejas, en Pola de Lena, para dirigirse al colegio Sagrada Familia, donde cursa sus estudios.
Los padres presentaron una denuncia en la Policía Local de Lena, en la tarde del lunes, alertados por el centro educativo de que su hija no había asistido a las clases. En ese mismo momento, efectivos de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Oviedo, en colaboración con el puesto de la Benemérita en Lena, así como de efectivos de la Policía Local comenzaron las investigaciones y los rastreos, en un primer momento, por las gasolineras del concejo, para comprobar si la niña salía en alguna grabación o la habían visto por allí. Esa misma tarde, según apuntaron fuentes del colegio en el que estudia, algunos compañeros la vieron conectada en su perfil de la red social «Tuenti», si bien este diario ha podido saber que se trataba de parte de la investigación llevada a cabo y que no era la pequeña la que estaba al otro lado del ordenador, sino su familia y la Guardia Civil.
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