jueves, 25 de julio de 2013

77 MUERTOS Y 140 HERIDOS EN ACCIDENTE DE SANTIAGO

Al menos 77 personas han muerto y 143 están heridas -15 de ellas sin identificar- al descarrilar un tren Alvia a la entrada de Santiago que cubría la ruta entre Madrid y Ferrol. Cuatro de las víctimas mortales han perdido la vida después de ser trasladadas al hospital.
La principal hipótesis que se baraja es el exceso de velocidad en una curva pronunciada del recorrido. El delegado del Gobierno en Galicia, Samuel Juárez, ha informado de que en el momento del accidente el tren iba a 220 km/h, pese a que la velocidad máxima en ese punto es de 80 km/h debido a que en ese punto se reduce la velocidad para entrar en la estación de Santiago.
El tren transportaba a unos 218 pasajeros, además de la tripulación -según un comunicado de Adif-. En cuanto a los heridos, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha asegurado que la mayoría está "fuera de peligro" y ha destacado la "entereza sobrecogedora" y "excepcional" de los familiares que están esperando más informaciones en el edificio Cersia.
Las autoridades han habilitado los siguientes teléfonos para familiares para obtener datos de los afectados: 981 551 100, 900 101 660 y 900 444 222 .
Se trata de una de las peores tragedias ferroviarias de la historia de España y el primer accidente mortal en una vía del AVE en España.
Las decenas de heridos han sido trasladadas y atendidas en hospitales de Santiago, A Coruña y Pontevedra, mientras que las familias se han congregando a lo largo de la madrugada en el Edificio Cersia de la capital a la espera de noticias. Las autoridades han hecho un llamamiento a la población para que se acerque al Hospital Clínico de Santiago y al Centro de Transfusiones de Galicia para donar sangre.
Uno de los conductores del tren, cuya versión puede ser clave para esclarecer si se circulaba por encima de la velocidad, ha resultado herido leve. Tras el accidente, deambulaba aturdido por la vía diciendo "descarrilé, qué le voy a hacer, qué voy a hacer".
En las primeras horas, los equipos de emergencia se han afanado en rescatar a los supervivientes, muchos de ellos gravemente heridos. Algunos de los ocho vagones y dos locomotoras que formaban el convoy han quedado completamente destrozados y todos ellos volcados y esparcidos por las vías del tren. Incluso se ha producido algún incendio que pudo ser sofocado.
El siniestro del Alvia 151 se ha producido en una zona de acceso a Santiago, en Angrois, una parroquia de la capital gallega que se encuentra a unos cuatro kilómetros de la estación. Alrededor de las 20.42 de la tarde, por causas que aún se investigan, uno de los vagones saltó por los aires, saltando la valla y aterrizando en una calzada próxima. Unos seis vagones han quedado de un lado del puente y otros coches del otro lado.
El tremendo estruendo del descarrilamiento alertó rápidamente a los vecinos, algunos de los cuales accedieron rápidamente a las vías del tren para ayudar a los heridos. Sus testimonios dan magnitud de una tragedia que recuerda a las escenas estremecedoras del 11-M. Estos testigos detallan que los mismos pasajeros fueron los primeros en atender al resto, con "gente demacrada sacando niños"
¿Exceso de velocidad en 'una curva difícil'?
La zona del accidente es una curva cerrada que pertenece al trayecto del AVE Ourense-Santiago y donde el tren no debe superar los 80 kilómetros por hora, aunque se desconoce a qué velocidad se circulaba el Alvia. Ya en la inauguración de este tramo, según ha sabido ELMUNDO.es, técnicos de Fomento calificaron la curva como "difícil".
Fuentes de Renfe han informado a Efe de que el tren llevaba cinco minutos de retraso, aunque han precisado que una horquilla de cinco minutos, de retraso o de adelanto, es bastante habitual por lo que no han querido vincularlo a una causa concreta. No obstante, la principal hipótesis que se baraja es el exceso de velocidad.
La situación en la zona es desoladora. En un primer momento, los cadáveres fueron situados junto a las vías, tapados con mantas y al lado de los vagones, a la espera de la actuación judicial.
Las autoridades pidieron colaboración, mantas y agua a los vecinos. Incluso algunos de ellos desplazaron heridos en sus vehículos particulares hasta los centros sanitarios.
Según caía la noche, se han instalado varios generadores eléctricos para poder iluminar la zona del siniestro, incluso con coches de vecinos, para continuar las tareas. También se ha procedido a retirar el vagón que saltó la valla.
El tren transportaba a un importante número de pasajeros en un día muy señalado porque esta noche empezaba la fiesta grande de Santiago. Nada más conocer el gravísimo accidente, la Xunta ha suspendido cualquier acto.
Agónica espera en el edifico Cersia
Mientras tanto, la incertidumbre es la sensación dominante en el edificio Cersia de Santiago de Compostela, en el que han citado a las familias de las víctimas para centralizar la información. "No, no se sabe nada", se repite en conversaciones telefónicas dentro y fuera de las instalaciones.
Una veintena de personas integran el equipo de apoyo a las familias, entre psicólogos, médicos y voluntarios. Daniel es un voluntario de Protección Civil que recibe a todas las familias en la puerta. Les indica que tienen que dar toda la información para identificar a sus familiares.
Lo peor es la falta de información. "Ya les avisamos de que tienen que armarse de paciencia, la noche va a ser muy larga", relata una de las médicos que atiende a las familias. Los datos llegan a cuentagotas y ya saben que hasta bien entrada la madrugada no habrá datos definitivos.
Los familiares procedentes de fuera de Santiago tienen un hotel a su disposición, Puerta del Camino, en el que descansar, pero hasta ahora nadie ha utilizado el servicio.
El mutismo es absoluto entre los familiares porque "si estoy aquí es porque alguien tenía en el tren y o sé qué le pasa, no voy a decir nada".
Salen a la luz pequeños detalles, como que a bordo había un grupo de jóvenes italianos y las autoridades españolas ya han entrado en contacto con el Gobierno italiano para localizar a sus familias.