La medida, adoptada por mayoría, faculta a las autoridades a modificar los presupuestos para atender de inmediato a los damnificados y reparar las infraestructuras dañadas, entre otros cometidos. Ya el 25 de febrero el Gobierno decretó el estado de emergencia en otros 13 departamentos, que continúan bajo dicho estatus.
Al menos 2.898 viviendas se han visto afectadas, de las cuales un total de 622 están completamente destruidas. Entretanto, 43 puentes se han venido abajo y es preciso reparar 26 kilómetros de carreteras. Además hay daños en 33 centros educativos. En suma son más de 9.000 las hectáreas de cultivo que han sufrido las tormentas.
El portavoz de Defensa Civil, Roberto Quispe, pronosticó en declaraciones a TeleSur que en los próximos días continuarán las precipitaciones en el sur del país. "Se está trabajando día a día en conjunto con las autoridades locales y se está apuntando al desarrollo sostenible de las regiones afectadas", declaró, y añadió que el personal de su departamento ya se ha trasladado a "las áreas críticas de emergencia", apoyando con ayuda humanitaria, brindando permanente ayuda".
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