Ashwdown, que fue representante de la ONU para Bosnia, revisó durante seis meses la respuesta británica a emergencias humanitarias a petición del gobierno de coalición, formado hace 10 meses.
Su informe acusa a Naciones Unidas de rara vez tener una estrategia más allá de la recaudación de fondos, y señaló que deben identificarse al máximo nivel los desafíos humanitarios venideros y planear cómo gestionarlos. Además, el organismo mundial debe, según el texto, desarrollar un grupo de líderes capaces de dar respuesta humanitaria.
Decepcionante actuación'
En los últimos 15 meses, cientos de miles de personas han muerto en varios desastres, como el terremoto y el tsunami de Japón, las inundaciones de Pakistán y el terremoto de Haití. "Aunque la ONU tiene el mandato de liderar, su actuación ha sido muy decepcionante en general", señaló Ashdown.
Una portavoz de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA, por su sigla en inglés), Stephanie Bunker, dijo en Nueva York que el departamento está estudiando el informe. La actual responsable de OCHA, Valerie Amos, es británica, al igual que su predecesor en el cargo hasta el pasado agosto, John Holmes.
Se esperan desastres más frecuentes y graves
Ashdown señaló que se espera que la escala, frecuencia y gravedad de los desastres crezcan en el futuro. "Estimaciones creíbles señalan que debido al calentamiento global y a la creciente densidad de población, el número de personas afectadas por estas próximas emergencias podría doblarse en la próxima década", indicó el autor del texto en un acto para presentarlo."Estamos (...) sumidos en una carrera entre el creciente tamaño del desafío humanitario y nuestra capacidad de hacerle frente. Francamente, no es una carrera que pensemos que estemos ganando en la actualidad", añadió.
El Gobierno británico, que es el segundo mayor donante de ayuda humanitaria bilateral después de Estados Unidos, necesita buscar nuevas formas de afrontar retos más grandes, señaló. El secretario de Desarrollo Internacional, Andrew Mitchell, que encargó el informe, señaló que el Gobierno dará su respuesta en unas seis semanas.
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