Costa ha asegurado que la pasada noche ha sido "más tranquila" que las dos anteriores, aunque se sigue manteniendo el nivel 2 de alerta.
Durante esta noche han trabajado en las labores de extinción 247 efectivos humanos por tierra y, en estos momentos, actúa un contingente de unas 500 personas entre militares, bomberos, técnicos, voluntarios, policías y guardias civiles, así como 20 dispositivos aéreos, entre aviones y helicópteros.
La últimas estimaciones realizadas por técnicos del Instituto Balear de la Naturaleza (Ibanat) señalan que el fuego afecta a una superficie aproximada de entre 1.400 y 1.500 hectáreas, que abarca un perímetro de alrededor de 20 kilómetros de longitud.
La consellera ha indicado, no obstante, que el perímetro afectado por el incendio no se ha incrementado y se mantiene, por tanto, en unas 1.440 hectáreas, lo que representa el 3% de la isla, de las que se calcula que sólo se han quemado unas 1.230 hectáreas ya que hay zonas que no se han visto afectadas por el fuego.
En cuanto a los desalojos, no se ha producido ninguna variación en la cifra, por lo que continúan entre 320 y 350 personas desplazadas, quienes residían en un centenar de viviendas de la zona, sin contabilizar las que salieron de los establecimientos turísticos en los que se encontraban pese a no existir ningún riesgo, "voluntariamente o por prudencia".
El fuego, que comenzó en la falda de la sierra de la Morna, llega hasta el mar, entre la Cala d'en Serra y el Racó de Sa Talaia, en Sant Vicenç de sa Cala, y en el otro extremo incluye el Puig des Fornàs.
El incendio es ya el más grande registrado nunca en la isla.
Costa ha explicado que dichos medios aéreos están descargando agua en una zona en la que el fuego está más disperso, al tiempo que ha precisado que los puntos en los que se están concentrando ahora los esfuerzos es en la falda de la Sierra de Morna. Está previsto que los siete vehículos con 20 agentes forestales especializados procedentes de la Generalitat Valenciana se incorporen en las labores de extinción este mediodía.
La "parte negativa" es que el viento es más fuerte y se prevé que alcance fuerza 13 (cuando este viernes era 5). La previsión es el que sople hacia el este, que es la zona en la que hay más viviendas situadas de manera dispersa.
No obstante, la parte positiva es que se dirigiría hacia una zona ya quemada y, por lo tanto, no dispondría de tanta masa forestal de la que alimentarse.
Sin embargo, la consellera ha precisado que siguen trabajando para proteger las viviendas dispersas que hay por la zona, donde los hidroaviones y helicópteros están descargando agua para refrescar la tierra.