El accidente en la nuclear de Fukushima I ha sacudido los cimientos de la industria nuclear y ha dejado al descubierto debilidades de un sistema que se vendía como invulnerable. Más de dos semanas después del terremoto del 11 de marzo, Japón, la tercera economía del mundo, admite que no sabe cómo evolucionará el accidente, la contaminación radiactiva se extiende y ni siquiera ha sido capaz de devolver el suministro eléctrico a los seis reactores del complejo de Fukushima. El caso deja dudas sobre el diseño de las nucleares, la respuesta de Japón, la actuación del Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA) y pinta de negro el pretendido renacer atómico.
Detectada una radiación 10 millones de veces superior a la normal.- El nivel de contaminación en el agua del mar al sur de Fukushima es 1.850 veces superior al límite permitido.- El número de fallecidos del tsunami es ya de 10.500
Crece la preocupación por el estado de la central nuclear de Fukushima 1, afectada por el seísmo y el tsunami del 11 de marzo. En el reactor 2 han sido detectados niveles de radiación 10 millones de veces superiores a los normales, según informa Tepco, la compañía que opera la planta, lo que ha obligado a evacuar a los técnicos que trabajaban para intentar repararlo. El agua radiactiva dentro de la planta impide a los trabajadores la restauración de los sistemas de refrigeración de la central nuclear, algo fundamental para evitar la fusión de los núcleos. Mientras el OIEA anunciado esta mañana que en el reactor 1 se ha detectado la presencia de yodo 131, cesio 137 y cesio 134 a niveles comparables a los de la zona del reactor 3 donde tres trabajadores resultaron heridos el pasado jueves.Rafael Grossi, subdirector general adjunto del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), decía ayer mismo que la situación en la central de Fukushima es grave y que "en cualquier momento" puede degradarse.
Además, la Agencia de Seguridad Nuclear e Industrial japonesa ha informado esta madrugada (hora española) de que los niveles de yodo radiactivo en el agua de mar recogida en las inmediaciones de la central nuclear de Fukushima-1 supera ya en 1.850 veces el límite legal. Las muestras tomadas ayer mostraban unos niveles 1.250 veces superior al límite. El portavoz de la Agencia, Hidehiko Nishiyama, ha señalado que las fugas de los reactores son las responsables de estos altos niveles de radiación, ya que el agua que ha llegado al mar había estado previamente acumulada en los edificios que alojan las turbinas.
Aumenta el número de víctimas del tsunami
Nueva información que se une a los nuevos datos de víctimas que la policía japonesa facilita a diario. El último balance cifra en 10.489 los fallecidos, mientras que otras 16.621 personas se encuentran aún desaparecidas. Además de unas 240.000 personas refugiadas en 1.900 centros de evacuación a raíz del desastre, que supone la peor crisis de Japón tras la II Guerra Mundial.
Cuando el nivel conocido ya era una potencial amenaza para el mar con 1.250 veces más de radiactividad que el límite legal, el portavoz de la agencia de seguridad nuclear japonesa ya confirmaba que se trataba de un nivel "relativamente alto". Además de contaminar el agua, las fugas radiactivas como consecuencia de los problemas en la central han contaminado agua, verduras y leche en las prefecturas vecinas; lo que ha llevado a muchos países a prohibir la importación de productos de la zona.
Las mediciones facilitadas por Tokyo Electric Power (Tepco), la compañía que opera Fukushima, suponen un incremento importante de la radiación en el agua del mar respecto a las efectuadas el martes, cuando el nivel de yodo 131 fue de 126 veces el tope legal, y el jueves, cuando fue 145 veces más alto. Fueron realizadas a 330 metros de la costa.
Operarios heridos
De los tres operarios del reactor 3 que han sido hospitalizados entraron en contacto con agua radiactiva a un nivel 10.000 veces superior al normal, y dos de ellos tuvieron que ser ingresados. En sus últimos comunicados sobre la situación en Fukushima, el OIEA ha indicado que en los dos trabajadores ingresados "ha sido confirmada una importante contaminación de la piel en las piernas".
Los dos operarios recibieron dosis de entre 2 y 6 sieverts (2.000-6.000 milisievert), niveles que pueden resultar fatales. Sin embargo, el OIEA indica que "aunque los pacientes no necesitan tratamiento médico, los médicos han decidido mantenerlos en el hospital para seguir su evolución durante los próximos días".
Peligro en el consumo directo
Beber medio litro de agua dulce con el actual nivel de radiactividad expondría a una persona a la dosis máxima permitida en un año, según Nishiyama, quien descartó que la contaminación suponga una amenaza para la vida marina y la seguridad en el consumo de pescado. "Hablando en general, el material radiactivo soltado al mar será dispersado por las corrientes, así que haría falta mucho más para que las algas y la vida marina lo absorbieran", afirmó. También dijo que, dado que el tiempo en que el yodo radiactivo se reduce a la mitad es de ocho días, "para cuando la gente coma productos del mar, las cantidades habrán disminuido probablemente de forma significativa". Sin embargo, Tepco aseguró que los niveles de cesio 137, que tiene un ciclo de reducción de unos 30 años, eran 79,6 veces el máximo legal. El Gobierno aseguró que a 30 kilómetros de la costa, los niveles de yodo 131 estaban dentro de los límites aceptables.
Aunque las palabras de Nishiyama intentan enviar un mensaje de tranquilidad a la población, el anuncio del aumento de radiactividad en el mar provocará probablemente una nueva señal de alerta internacional. Varios países, como Estados Unidos, Australia, Singapur y Rusia, han prohibido la importación de alimentos procedentes de las prefecturas cercanas a Fukushima I, después de que fueran detectadas altas dosis de radiación en la leche y una docena de tipos de verduras de esta zona. Algunos Gobiernos habían puesto ya bajo vigilancia las importaciones de pescado y marisco japonés, unas medidas que probablemente ahora se intensificarán.
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