Algeciras sufre las consecuencias de las fuertes lluvias que azotan el Estrecho y que ha obligado, según ha confirmado el propio alcalde de la ciudad, Diego Sánchez Rull (PSOE), a activar el Plan de Emergencias Municipal y recomienda a los ciudadanos que no usen sus vehículos particulares.
Las intensas lluvias entre las 11.45 y las 12.45 se han unido con la pleamar, lo que impide que las redes de aguas pluviales desagüen con normalidad, ocasionando la inundación de bajos en viviendas, locales y garajes.
Las primeras estimaciones apuntan, por ahora, a que entre 150 y 175 viviendas están inundadas. Las zonas que están registrando mayores problemas son la barriada de la Cuesta del Rayo, especialmente las calles Jacinto Benavente y aledañas, la avenida Virgen del Carmen en su totalidad, la calle Juan Pérez Arriete y la barriada del Rinconcillo.
Además, la Policía Local ha procedido a cortar el tráfico en el acceso norte a la ciudad, al igual que lo ha hecho la Guardia Civil en la autovía A-7 a la altura del hotel Alborán, por lo que en estos momentos no es posible salir de la ciudad por carretera en dirección a Málaga.
Los servicios de emergencias ya están actuando en los sectores más afectados por las inundaciones, hasta los que se han desplazado dotaciones del Consorcio de Bomberos de la Provincia de Cádiz y de la empresa municipal de aguas Emalgesa. La principal prioridad es intervenir en los domicilios en los que ha entrado el agua en los que residen ancianos o personas con movilidad reducida.
Hasta el momento, el servicio de emergencias 112 ha recibido doscientas llamadas procedentes de ciudadanos, con distintos problemas derivados de las intensas precipitaciones. La Policía Local recomienda a los ciudadanos que no utilicen sus vehículos si no es estrictamente necesario, y que en caso de urgencia contacten con el 112.
Asimismo, el puerto permanece cerrado con todas las conexiones marítimas con África suspendidas a excepción de un transbordador que ha partido hacia Ceuta a media mañana.
En el centro de la ciudad, el agua ha alcanzado un metro de altura y en muchas zonas se ha ido la corriente eléctrica así como las conexiones telefónicas.
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