La central nuclear de Fukushima Daiichi (noreste del país), afectada por el terremoto de 8,9 grados en la escala de Richter, registra un nivel de radiactividad mil veces superior a lo normal en su reactor número 1, según informó ayer la agencia Kyodo, que cita a una comisión de seguridad.
Una segunda central ha reconocido, además, problemas de refrigeración.
El primer ministro japonés, Naoto Kan, se dirigió a la zona y pidió a 45 mil personas que evacuen la zona en 10 kilómetros a la redonda, debido a un riesgo de fuga radiactiva, según la agencia de prensa Jiji, que cita al ministerio de Industria.
La Agencia de Seguridad Industrial y Nuclear nipona, citada por la televisión pública NHK, declaró que existe riesgo de fuga radiactiva en el reactor número 1, pero que no representa peligro para la población.
Unas horas antes, las autoridades japonesas declararon "estado elevado de alerta", según el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA).
El ministro de Industria, Banri Kaieda, ya advirtió entonces que podría producirse una pequeña fuga radiactiva en la central, duramente golpeada por el seísmo, al intentar liberar la presión en la planta.
En Fukushima Daiichi, las autoridades comenzaron a liberar vapor radiactivo para hacer caer la presión que se ha elevado en un reactor de la central número 1, precisó Kyodo.
El ejército estadounidense ha acudido en ayuda de las autoridades niponas, según anunció la secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton.
Miles de víctimasDurante más de dos minutos aterradores y apariencia interminables, el viernes sacudió Japón el terremoto más fuerte en su historia agitando casas y edificios, agrietando carreteras e inquietando incluso a quienes han aprendido a vivir con rascacielos bamboleantes, entonces vino un tsunami devastador que golpeó el noreste del país y mató a cientos de personas.
La Agencia Meteorológica de Japón dijo anoche que un sismo de magnitud 6,6 sacudió el centro montañoso del país horas después del intenso terremoto que causó estragos en la costa nororiental japonesa.
El último sismo ocurrió antes del amanecer a una profundidad de 10 kilómetros y a unos 170 kilómetros al norte de Tokio. El temblor cimbró los edificios de Tokio pero no hubo informaciones sobre daños.
La Policía dijo que se hallaron al menos 300 cadáveres en la ciudad costera de Sendai, en el noreste del país. Se confirmó la muerte de otras 137 personas y 531 están desaparecidas. Unas 627 personas resultaron heridas, apuntó. La cifra de víctimas se incrementará debido a la magnitud del desastre.
El sismo de de 8,9 pegó a las 14:46 (hora local) y fue seguido por más de 50 réplicas, en su mayoría con una magnitud superior a 6,0, originando un tsunami de siete metros.
Decenas de ciudades y aldeas sobre un litoral de 2.100 kilómetros fueron sacudidas por las ondas que llegaron a lugares tan lejanos como Tokio, a cientos de kilómetros del epicentro.
El jefe de gabinete, Yukio Edano, dijo que "nuestra evaluación inicial señala que los daños son enormes". El ministerio de Defensa dispuso el envío de efectivos militares a la zona más asolada por el desastre.
También en el centro de Tokio, varios trenes dejaron de operar y los pasajeros tuvieron que caminar sobre las vías para llegar a andenes.
Las imágenes transmitidas por NHK mostraron a empleados tambaleándose, y a libros y papeles cayendo de escritorios. NHK dijo que 4 millones de edificios quedaron sin electricidad en Tokio y sus suburbios. En los últimos días varios sismo estremecieron a la misma región.
Panorama desolador
El violento muro de agua barrió casas, automóviles y barcos. Una embarcación fue atrapada en el vórtice de un remolino en el mar. La cifra de muertes se incrementó continuamente durante el día, pero se desconoce la verdadera extensión del desastre debido a que las carreteras que conducen a las áreas más dañadas fueron destruidas o quedaron bloqueadas por escombros y los aeropuertos fueron cerrados.
Tras del amanecer de hoy, el grado de destrucción resultó más evidente. Escenas aéreas del poblado de Ofunato mostraron casas y bodegas en ruinas. Fango y agua se extendieron sobre varias hectáreas de tierra y la gente buscó refugio en techos de edificios parcialmente sumergidos. En una escuela, se escribió un enorme mensaje de "SOS" en inglés.
El jefe secretario de gabinete Yukio Edano dijo que una valoración inicial encontró "enormes daños", agregando que el Ministerio de Defensa estaba enviando tropas a la región más golpeada.
También fue el quinto más fuerte en el mundo desde 1900 y resultó casi 8 mil veces más fuerte que uno que devastó el mes pasado Christchurch, Nueva Zelanda, dijeron científicos.
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