Las autoridades japonesas han detectado altos niveles de cesio radiactivo en el barro de una zanja cercana a un tribunal del distrito de Aizuwakamatsu, ubicado a 100 kilómetros de la accidentada central nuclear de Fukushima-1 (noreste).
Las mediciones realizadas por los técnicos revelan la presencia de 186.000 becquerelios de cesio radiactivo por kilogramo, muy por encima de los 8.000 admitidos como máximo por la legislación nipona.
Las autoridades locales planean remover el barro de la zona, para la cual deberán recibir el visto bueno de los dirigentes de la prefectura, según recoge la agencia de noticias Kiodo.
El pasado 11 de marzo un terremoto de nueve grados en la escala de Richter sacudió la costa noreste de Japón provocando un enorme tsunami que a su vez golpeó Fukushima-1, desatando una crisis nuclear.
Desde entonces el Gobierno y la Compañía Eléctrica de Tokio (TEPCO) tratan de estabilizar la central, aunque admiten que será difícil conseguirlo antes de que finalice el año.
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