Las tormentas más intensas de las últimas seis décadas que golpean Pekín ya han dejado al menos diez muertos este domingo y un caos generalizado en todo el área metropolitana. Más de 80.000 personas permanecen retenidas en el aeropuerto internacional.
La tormenta comenzó la tarde de este sábado y ha proseguido durante toda la noche, formándose ingentes balsas de agua y torrentes en las carreteras y pasos subterráneos.
Dos de los fallecidos se han registrado al derribarse el tejado de una vivienda en el barrio de Tongzhou, mientras que otra persona ha perdido la vida al caer la iluminación de la calle. Las demás muertes se han visto causadas por la caída de tendidos eléctricos.
Los medios de transporte, asimismo, también están muy damnificados por la contundencia de las precipitaciones. El metro está prácticamente cerrado en su totalidad, el tráfico de autobuses, taxis y coches interrumpido y en el aeropuerto más de 500 vuelos han sido cancelados.
De acuerdo con las autoridades, las precipitaciones podrían no remitir debido a la temporada de monzones que comienza a finales de julio y que se prolonga hasta septiembre en Pekín.
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