martes, 4 de febrero de 2014

ASTURIAS EN ALERTA ROJA POR FUERTES VIENTOS

El temporal vuelve a amenazar de nuevo a la arrasada costa asturiana, como si lo perpetrado el pasado domingo no hubiera sido suficiente. La región, que todavía cuantifica daños y llora desgracias, recibirá hoy rachas de vientos que pueden llegar hasta los 140 kilómetros por hora y olas que podrían levantarse por encima de los diez metros de altura. Un nuevo embate del mar que ha obligado al Ministerio del Interior a declarar la alerta roja y que se notará con especial intensidad a partir de las tres de la tarde, según las previsiones. Toda la costa está en riesgo, aunque el viento soplará con mayor virulencia en el litoral occidental, el Suroccidente, la cordillera Cantábrica y los Picos de Europa. El nuevo frente entrará por Galicia y se irá desplazando durante el día hacia el Oriente, según la Agencia Estatal de Meteorología, que también pronostica que el temporal de vientos y olas comience a remitir a partir de la próxima madrugada.
Asturias mira con agobio la jornada de hoy mientras trata de recuperarse de los destrozos causados por "Nadja", que así se llama la ciclogénesis explosiva procedente del Atlántico Norte que descargó toda su maldad sobre esta región y las colindantes. Ayer, la resaca del temporal dejó a los políticos asturianos de visita en los puntos más afectados, una larga lista de desperfectos en instalaciones públicas y privadas y centenares de historias personales que lamentar.
El Principado identificó daños en quince concejos distintos, 16 puertos asturianos y cuatro cofradías de pescadores, pero todavía no ha calculado en euros todos los destrozos. Los técnicos trabajan para cuantificar los desperfectos, "que son numerosos y de carácter heterogéneo", pero, por distintas necesidades, no completarán el balance hasta que acabe el mal tiempo.
El derrumbe estructural más grave fue la rotura del dique en el puerto de Cudillero, un boquete de unos treinta metros que deja desprotegido al pueblo. Los municipios afectados fueron los siguientes: Castropol, Carreño, Coaña, Colunga, Cudillero, El Franco, Gozón, Llanes, Muros de Nalón, Navia, Ribadesella, Soto del Barco, Tapia, Valdés y Villaviciosa. Y las cofradías fueron las de Llanes, Tazones, Tapia de Casariego y Ortiguera. Los hosteleros también hicieron ayer recuento de los desperfectos causados en sus negocios. Cifran en 30 el total de los establecimientos afectados y matizan que las zonas más castigadas fueron Luanco y Tapia de Casariego. En Luanco media decena de ellos ha tenido que cerrar, al menos temporalmente, en plenas fiestas del Socorro.
Ayer también se supo que las olas, especialmente las registradas durante la madrugada del domingo, alcanzaron cotas históricas de tanto que escalaron hacia el cielo. La boya del Cabo Peñas, que mide durante distintos períodos de tiempo la altura máxima de las olas -en alta mar- superó una media de once metros, según datos del sistema de boyas de Puertos del Estado. Este dato, que es el registro histórico más alto desde 1998, significa que las olas en Asturias pudieron aproximarse a los veinte metros de altura (el equivalente a un edificio de siete plantas) a las cinco de la mañana del pasado domingo.
 Las reacciones políticas no pararon de sucederse desde primeras horas de la mañana. Representantes de los partidos se personaron en los puntos más castigados. El presidente del Principado, Javier Fernández, acudió a Cudillero por la mañana y a Villaviciosa por la tarde. "Los daños son severos y muy distintos. Vamos a evaluarlos bien y actuar en consecuencia. Hay un seguro que tiene el Principado de Asturias suscrito y que tenemos que analizar", aseguró.