Lo han constatado los conselleiros de Medio Ambiente, Agustín Hernández, y Presidencia, Alfonso Rueda, quienes han alertado de un nuevo episodio de fuertes lluvias que afectará, de nuevo, durante la mañana de este sábado a gran parte del territorio gallego. Para hacer frente a sus efectos, la Xunta mantendrá "en alerta máxima" a los efectivos de emergencias hasta que remita, lo que ocurrirá a lo largo de la tarde del sábado.
Según explicaron Hernández y Rueda, un último frente asociado a la borrasca que ha azotado Galicia en los últimos días dejará el sábado cantidades importantes de agua en Pontevedra, oeste de Ourense y sur de Lugo y de A Coruña, donde podrían acumularse cantidades superiores a los 40 litros por metro cuadrado en 12 horas. En Pontevedra, en las primeras horas de la mañana, habrá registros que superen los 15 litros por metro cuadrado en una hora.
La predicción de MeteoGalicia indica también que, a lo largo del sábado, los avisos de viento en tierra quedarán desactivados. De hecho, los vientos estarán prácticamente en calma a partir del mediodía. En mar se mantendrá la alerta, pero en este caso, debido al mar de fondo asociado a la borrasca que dejará mar de fondo superior a los 4 metros de altura.
Para el domingo, la borrasca desaparece definitivamente de los mapas, por lo que el día será "más tranquilo". No se espera ninguna alerta y sólo habrá lluvias intermitentes en el tercio norte y zonas de montaña, pero de mucha menor intensidad que en los días previos. Las temperaturas bajarán y la cuota de nieve descenderá hasta los 1.000 metros, por lo que los chubascos en las áreas de montaña de Lugo y Ourense serán de nieve por encima de esta altura, aunque no se esperan acumulaciones importantes.
600 INCIDENCIAS
Desde el arranque del temporal en la tarde-noche de Reyes, el servicio gallego de emergencias del 112 atendió más de 600 llamadas relacionadas con el temporal. Más de la mitad se registraron en la provincia de Pontevedra, que está siendo la más afectada por las dificultades climatológicas.Ante los medios, Rueda ha subrayado que la mayoría de las incidencias están relacionadas con inundaciones y crecidas en los ríos, que han provocado problemas sobre todo en numerosos ayuntamientos del sur de A Coruña y Pontevedra, aunque también se registraron incidencias en las provincias de Lugo y Ourense.
El titular de Presidencia ha destacado que, en total, trabajan para hacer frente a los episodios de lluvia unos 1.500 efectivos --voluntarios de Protección Civil y personal de los parques de bomberos, entre otros-- que permanecerán en "alerta máxima" y preparados para actuar hasta que remita la borrasca, lo que, previsiblemente, empezará a hacer en la tarde del sábado para "desaparecer" el domingo.
En este escenario, el Grupo de Apoyo Logístico de la Axencia Galega de Emerxencias ha desplazado en las últimas horas a distintos puntos de la provincia de Pontevedra el equipo especializado en inundaciones que cuenta con 13 bombas de achique de gran caudal y que estuvo trabajando, entre otros, en los Ayuntamientos de O Grove, Marín y Caldas.
Ante la pregunta de si la Xunta habilitará alguna orden de ayudas para hacer frente a los efectos de las incidencias, Agustín Hernández ha señalado que "aún es pronto" para saberlo. "Habrá que ver los desperfectos ocasionados", ha señalado.
EMBALSE DE CALDAS Y VÍAS
En su intervención, Hernández ha explicado que la Comunidad se vio afectada por un episodio de lluvia torrencial, que afectó de forma virulenta a las zonas de Lourizán y Areeiro, en Pontevedra, donde se registraron 40 litros por metro cuadrado. "Las precipitaciones fueron muy, muy intensas", ha advertido. Del mismo modo, el conselleiro ha subrayado que el embalse del Umia retuvo 3.840.000 metros cúbicos en un período de 10 horas, o lo que es lo mismo, 100 metros cúbicos por segundo. "Gracias a los sitemas de predicción de MeteoGalicia y a su coordinación con Augas se preparó el embalse de Caldas para que tuviese resguardo para absorber la punta del caudal esperado", ha señalado, agradeciendo "los esfuerzos" realizados.
De este modo, a las 8.00 horas de este jueves el nivel de agua en el embalse bajara la cuota a 114,5, lo que equivale a un 30 por ciento de capacidad --2,08 hectómetros cúbicos-- con un caudal de entrada en ese momento de 42 metros cúbicos por segundo. A las 8.40 ya se había duplicado el caudal de entrada y las 9.30 horas se superaban los 200 metros cúbicos por hora, alcanzando un valor puntual de 540 metros cúbicos por segundo a las 13.30 horas.
Gracias a la capacidad del propio embalse --ha enfatizado Hernández-- se pudo evitar que en ningún momento saliesen más de 160 metros cúbicos por hora, lo que evitó "daños mayores" en Caldas de Reis y otras zonas. A primera hora de esta mañana el embalse dejó de aliviar y, sobre las 11.00 horas, estaba en la cuota del 119,5, y seguía bajando el nivel.
La previsión de Augas de Galicia es que se registre un incremento de caudal de entrada en el embalse a partir de las 15.00 horas y otro para la mañana del sábado.
En cuanto a las carreteras, subrayó que actualmente sólo hay una vía afectada, la que une Pontevedra con Bueu, en la que se está resolviendo un problema de inundación. También explicó que esta mañana los equipos de Conservación de Carreteras restablecieron el tráfico en el vial OU-540 (Ourense-frontera portuguesa) en el que estaban cortados tres carriles a causa de un desprendimiento de tierras.
"CON NORMALIDAD" EN SANTIAGO
Por su parte, en el caso concreto de Santiago, el alcalde, Xosé Sánchez Bugallom ha explicado que, durante la tormenta registrada en la mañana de este viernes y las lluvias caídas, "todo funcionó con normalidad", salvo varios semáforos del centro y de la zona Norte, que "saltaron a intermitente porque probablemente se quemaron las tarjetas que los regulan como consecuencia de la humedad". "Son problemas puntuales", según ha precisado. Además, ha comentado que "no hay ninguna zona de riesgo diferente" y las únicas se localizan en Sar y área del Río Sarela.Por su parte, en el municipio coruñés de Brión, próximo a Santiago de Compostela, miembros del servicio de emergencias salieron a realizar tareas de prevención --limpieza de alcantarillas, retirada de desperdicios y otros--.
Por su lado, en el término municipal de Oroso (A Coruña), el nivel del Río Tambre, según ha informado el Consistorio, "está subiendo bastante", pero no se desbordó como el de ayer, que sucedió por un atasco en uno de los registrados y motivó la inundación de la carretera N-550.
EA2CPG