miércoles, 19 de enero de 2011
EL NUMERO DE FALLECIDOS POR LAS LLUVIAS EN EL ESTADO DE RIO DE JANEIRO SUPERA LOS 700
Más de 700 personas han muerto en el estado brasileño de Río de Janeiro, en el sureste del país, como consecuencia de las fuertes precipitaciones caídas en los últimos días en la zona, según nuevos datos difundidos por las autoridades de Defensa Civil.
Más de 21.500 personas han tenido que ser desalojados en siete municipios de la Región Serrana, mientras los equipos de rescate trata de localizar las decenas de cadáveres que habrían quedado sepultadas entre el lodo y los escombros.
Según las cifras proporcionadas por Defensa Civil, al menos 335 personas han perdido la vida en la localidad de Nova Friburgo, en un balance al que también se sumarían algunas víctimas mortales registradas en Bom Jardin. Además, 285 personas perecieron en Teresópolis, la segunda ciudad con mayor número de víctimas, mientras que en Petrópolis los muertos han subido a 62.
El alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes, ha anunciado la instalación de sirenas en la región para alertar a los ciudadanos en caso de aguaceros potencialmente peligrosos. En total, las autoridades estiman instalar unas 60 a lo largo de las próximas semanas para prevenir tragedias como la que atraviesa el estado.
Precipitaciones castigan al ya abatido Río de Janeiro
Más de seis mil personas perdieron sus viviendas y se resguardan en refugios ya que el peligro no ha disminuido.
El número de víctimas por las lluvias que castigaron la semana pasada la región serrana del Estado de Río de Janeiro subió a 710, según un boletín divulgado por la Defensa Civil, en tanto que, en el séptimo día de trabajos de rescate, los socorristas aún buscan centenas de desaparecidos y advierten sobre la posibilidad de nuevas precipitaciones en el Estado.
Las tareas de rescate están concentradas en áreas que, a casi una semana de la tragedia, aún permanecen aisladas tras haber sido bloqueadas por las toneladas de tierra, lodo y piedras que se deslizaron de las montañas y sepultaron cientos de viviendas.
Según Defensa Civil la ciudad más afectada —por la que es considerada como una de las mayores tragedias naturales en la historia de Brasil— fue Nueva Friburgo, en donde el número de víctimas llega a 335.
Los equipos de rescate también encontraron 292 cuerpos en la ciudad de Teresópolis, 62 en Petrópolis, 21 en Sumidouro.
No obstante, con el reporte de las alcaldías de Sao José do Vale do Río Preto y Bom Jardím, con seis y un muerto respectivamente, el número puede aumentar.
Esas cifras también pueden ser mayores debido a que los equipos de rescate aún buscan casi 200 personas que no han sido localizadas por sus familiares.
Al menos seis mil 050 personas perdieron sus viviendas y otras siete mil 780 tuvieron que abandonarlas temporalmente y refugiarse en gimnasios y escuelas públicas debido a que están ubicadas en áreas de riesgo.
El Gobierno brasileño, que ha movilizado a varios ministerios para atender a los damnificados y reforzar los equipos de rescate, volverá a hacerse presente en la región con dos ministros.
Por determinación de la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, los ministros de Defensa, Nelson Jobim, y Justicia, José Eduardo Cardozo, regresaron a la región serrana para supervisar los trabajos de rescate y de reconstrucción.
Helicópteros del Ejército han estado realizando operaciones de rescate y suministros para ayudar a los residentes aislados por casi una semana.
“Estamos aconsejando a la gente que vive en áreas de mayor riesgo que abandone sus casas”, dijo Rubens Placido del Departamento de Incendios de Nova Friburgo. “Hay personas que no quieren irse, así que estamos controlando con los tribunales si podemos obtener apoyo de la fuerza policial”.
El Gobierno federal liberó 463.5 millones de dólares en ayuda de emergencia para la región.
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