-Prendió fuego a su habitación y dejó aisladas a 60 personas.
Un ciudadano de nacionalidad británica estuvo ayer a punto de causar una tragedia de grandes proporciones en un hotel de Benidorm. El turista, que compartía alojamiento en la cuarta planta del hotel Ambassador con su madre, prendió fuego sobre las 7.40 de la mañana a la habitación del hotel donde se hospedaba y abandonó la estancia con su progenitora. La rápida intervención de la policía nacional y la local, así como la pronta llegada de los bomberos, evitó que el fuego se propagara con la suficiente rapidez como para dejar aislados a más de 60 turistas, todos de nacionalidad británica, que se alojaban en los pisos superiores. Finalmente, algunos pudieron salir por su propio pie, aunque a costa de sufrir una intoxicación, y la mayoría tuvieron que ser desalojados por los bomberos.
El cliente que inició el fuego, que fue detenido y ya ha pasado a disposición judicial, cumplía ayer 50 años. La policía cree que había estado bebiendo toda la noche y que todo lo provocó sin acostarse. Coincidiendo con la celebración, decidió prender fuego a la terraza de un bar y a un pub cercanos al hotel a eso de las seis y media de la mañana, y luego subió tranquilamente a su habitación sin despertar sospechas. Tras incendiarla, salió del establecimiento con su madre jubilada y dejó a merced de las llamas un hotel localizado en la conocida como zona guiri de Benidorm, ubicado en la calle de Gerona de la ciudad, que en estas fechas está al 50% de ocupación, es decir, había unas 200 personas ocupando un centenar de habitaciones. Las cámaras de vídeo del hotel recogieron todos los movimientos del cliente, que no tardó en ser capturado.
El fuego y el humo despertaron a la mayoría de los huéspedes, que quedaron atrapados. Todos los que estaban entre la cuarta planta, donde se originó el fuego, y la décima, unas 60 personas en total, tuvieron que ser desalojados, según relató el director del establecimiento, José Astórgano. El Consorcio de Bomberos notificó que dos personas fueron bajadas a la recepción del hotel en estado de inconsciencia, gravemente afectadas por la inhalación de humo. Los servicios sanitarios tuvieron que atender a un total de 14 personas. Nueve de ellas fueron trasladadas al hospital.
La mayoría de los huéspedes dormían cuando se originó el incendio, lo que provocó el pánico entre ellos. Algunos se lanzaron a los pasillos y otros muchos buscaron refugio en los balcones de sus habitaciones. Evelyn Dewer, una turista escocesa que partía hoy de vuelta a Glasgow con su madre, alojada en la misma planta donde nació el fuego, con claros síntomas de estar todavía en estado de shock, como ella misma reconoció, confesó, pasado el mediodía: "He estado a punto de saltar desde el balcón al vacío". Habían intentado abandonar su habitación por la puerta, pero les fue imposible por la humareda que "hacía muy difícil poder respirar". El pánico posterior casi la abocó al suicidio.
El hotel Ambassador está dividido en dos edificios, de 200 y 240 habitaciones, respectivamente, muy cerca de la avenida del Mediterráneo y de la playa de Levante de Benidorm. Todos los turistas afectados por el desalojo fueron reubicados en el otro bloque. El director del establecimiento reconoció que el día 26 de este mes, el Ambassador estará al 100% de ocupación y que "si esto pasa entonces, habría sido una catástrofe".
El fuego arrasó la habitación y afectó a las contiguas y superiores y al pasillo de la planta. Unas 40 personas trabajaban ayer en la recomposición de los daños para que, tras la Navidad, el hotel pueda acoger a más de 800 turistas, todos británicos. A la hora de comer, los empleados se afanaban en reubicar y ayudar a los británicos afectados, impactados por el suceso.
EA2CPG