*Los servicios de socorro australianos rescatan a 42 personas con vida en aguas de la isla Christmas.
Al menos 27 personas han muerto y otras 42 han sido rescatadas tras naufragar hoy en aguas de la isla Christmas, en el océano Índico, una embarcación con inmigrantes que intentaban llegar a Australia para pedir asilo. Las autoridades australianas han indicado que los equipos de rescate aún continúan, en medio del fuerte oleaje, la búsqueda de más supervivientes. Se calcula que entre 70 y 100 personas, entre ellas mujeres y niños, viajaban a bordo de la patera, un barco de madera, y que son principalmente iraquíes e iraníes. Los medios de comunicación australianos están difundiendo dramáticas fotografías que muestran al barco entre rocas y a varios náufragos, algunos con chalecos salvavidas, que intentan mantenerse a flote entre el oleaje y en medio de los restos de la embarcación.
Los cadáveres de las víctimas serán trasladados a Perth, capital del Estado de Australia Occidental. "Según nuestras informaciones, que están sin confirmar, habrá unos 50 muertos y 33 heridos", ha señalado la portavoz de la organización Flying Doctors, Lesleigh Green. Fyieng Doctors ha enviado dos aviones a esta isla, situada a 1.200 kilómetros al noroeste de Australia y a 300 kilómetros al sur de Indonesia, para atender a los heridos, de los que dos están en estado grave, según Green. Tras conocerse el suceso, la primera ministra del país, la laborista Julia Gillard, ha anunciado que acorta sus vacaciones y que regresa hoy mismo.
La embarcación de madera con los inmigrantes se estrelló de madrugada contra las rocas de la costa de Christmas, donde Australia mantiene un centro de detención de inmigrantes, cuando intentaba acercarse a la orilla con el mar muy agitado y fuerte oleaje. "Hemos tirado cuerdas desde el acantilado y al menos dos centenares de chalecos salvavidas. Unas 15 o 20 personas han conseguido ponerse los chalecos pero hay cuerpos por todas partes en el agua. El oleaje es increíblemente grande", ha declarado al rotativo The West Australian un residente, según el cual, entre las víctimas hay bebés, niños y mujeres.
"Su motor no funcionaba y perdieron toda la fuerza. Al principio parecía que todo iba bien y que podrían acercarse a la cueva Flying Fish, pero luego vino una ola enorme y los estrelló contra el acantilado", ha añadido el testigo. Otro residente, Simon Foster, ha indicado que el mar está "más agitado que nunca" desde anoche. "Hay tantos desechos en el agua que no llegas a distinguir los restos del barco de las personas", ha agregado el testigo.
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