Miles de personas estaban refugiadas el jueves en los centros de
emergencia en el este de Alemania para huir de las inundaciones
históricas que ponen en alerta a varios países de Europa Central.
La situación seguía particularmente tensa en Baviera y en el este de
Alemania, en donde las ciudades industriales de Bitterfeld y Halle se
preparan para lo peor.
Pero los daños son por el momento materiales mientras que la
catástrofe dejó al menos 12 muertos los últimos cinco días en Europa
Central.
Frente a la subida del agua, miles de alemanes dejaron sus
domicilios y se amontonaban en los gimnasios en donde se instalaron
camas de campaña. "Llegamos a dormir unos minutos sólo y luego vinieron a
despertarnos", se lamentaba una mujer, Simona Müller, en Bitterfeld
(este).
La ciudad de Deggendorf, cerca de la frontera checa y austríaca, estaba casi cortada del mundo, según la prensa local.
Algunos habitantes tuvieron que ser evacuados por helicóptero de
sus hogares mientras que las imágenes aéreas difundidas por los canales
de televisión mostraban viviendas casi sumergidas y edificios en donde
el nivel del agua alcanzaba o era superior al primer piso.
Una parte de la autopista estaba igualmente sumergida, algunos
camiones abandonados en las carreteras estaban cubiertos hasta el techo.
En esta misma región el agua bajó en la ciudad de Passau, en
donde los habitantes comenzaron a remover las toneladas de barro que
trajeron las crecidas que alcanzaron el centro histórico a principios de
la semana.
Los habitantes descubrieron con sorpresa la importancia de los
daños al regresar a sus hogares. Su costo no fue aún cifrado pero el
ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, indicó el jueves que la ayuda
de 100 millones de euros ya anunciada podría ser insuficiente.
La ciudad de la porcelana, Meissen, continuaba invadida por el
agua mientras que, no muy lejos de allí, Dresde, a orillas del Elba,
intentaba salvar su centro histórico con la ayuda de bolsas de arena
para reforzar los diques.
Miles de voluntarios participaron toda la noche y por la mañana en las
operaciones de refuerzo para impedir inundaciones más graves. El nivel
del agua alcanzó el jueves 8,75 metros, por debajo del nivel récord de
2002 cuando alcanzó 9,40 metros.
En Halle hasta 30.000 personas podrían ser evacuadas si los
diques ceden y el barrio entero de Halle-Neustadt, en donde se suceden
las barras de inmuebles construidas bajo el régimen comunista, podría
terminar totalmente inundado. Ya se ordenó la evacuación de unas mil
personas.
En Hungría los servicios de rescate u miles de voluntarios
trabajaron toda la noche para reforzar las defensas contra la crecida
del Danubio.
Las autoridades anunciaron que los diques fueron reforzados a lo largo de 689 km del río en el país.
En Budapest se espera el pico de la crecida para el lunes con
un nivel de 8,85 m, que sería superior al récord de 8,60 m de 2006.
En la capital se dispusieron diques de arena alrededor de la isla
Margarita, en el centro de la ciudad, en donde los dos hoteles de lujo
fueron evacuados.
El tránsito fue prohibido vías que bordean el Danubio en
Budapest, ya inundadas por el agua, lo que provocó inmensos
embotellamientos en el centro de la ciudad.
En Austria el agua continuaba retirándose en todo el país, luego
de que la crecida alcanzara un nivel récord histórico en Korneuburgo,
cerca de Viena, con un pico de 8.06 m.
La República Checa, en donde el agua se retiraba, respiraba con
alivio luego de cinco días de crecidas en las que murieron al menos ocho
personas.
Cinco personas seguían desaparecidas el jueves, 20.000 fueron
evacuadas en todo el país y miles de hogares están privados de
electricidad, gas y agua potable.