El fuego se desató a las seis y veinte de la tarde (dos y veinte de la tarde en España), en plena hora punta y cuando el vehículo iba casi lleno con 90 pasajeros.
Además de los fallecidos, 34 viajeros resultaron heridos por las llamas o por inhalación de humo y han sido hospitalizados. Entre ellos había 15 estudiantes, de los cuales sólo se han salvado siete. Los otros ocho aún deben ser identificados, al igual que el resto de víctimas.
La Policía ha abierto una investigación al sospechar que el
fuego fue provocado, ya que las llamas fueron originadas con gasolina y
el autobús funciona con gasóleo. Además, ni su depósito de combustible
ni sus ruedas estaban dañados antes del incendio. Inspeccionando las
bolsas que llevan los pasajeros, la Policía ya ha reforzado la seguridad
en las líneas de autobús de Xiamen, que cada día transportan a más de
265.000 personas en esta agradable ciudad costera de 3,6 millones de
habitantes.