Un muro de contención que se derrumbó anoche en Ordizia ocasionó la ruptura de una conducción de gas en la calle Iruburueta. Debido a un escape por la fractura de la cañería, como medida de precaución fueron desalojados los diez residentes de la casa Toki-Alai, que ocupa los números 4 y 6 de la calle.
El hecho tuvo lugar sobre las nueve de la noche cuando un muro de contención de unos veinte metros de largo por cinco de alto se vino abajo tras las intensas lluvias. Las piedras y los fragmentos de cemento procedentes del muro produjeron daños en una tubería por la que circulaba el gas lo que ocasionó una fuga de combustible.
El olor fue percibido por los vecinos, que dieron aviso a la compañía Naturgas y a los servicios de socorro. Sobre las 22.30 horas, la fuga había sido controlada pero como medida de precaución los residentes permanecieron aún fuera de las viviendas por seguridad. Entre los desalojados estaba el concejal del Ayuntamiento de Ordizia Juan Mari Gereñu y otros miembros de su familia. Finalmente, algunos vecinos pudieron volver a sus casas, aunque cuatro familias tendrán que ser realojadas en otros domicilios deforma temporal.
En el lugar del derrumbamiento se personaron agentes municipales, efectivos de Naturgas, bomberos y servicios sanitarios con dos ambulancias, así como la unidad de perros policía de la Ertzaintza en prevención de que alguna personas hubiese quedado atrapada.
La calle Iruburueta, que era una antigua zona rural en la que se hallaba el caserío de la familia Mujika, es ahora un camino vecinal ocupado por una vivienda unifamiliar.
Vecinos de Ordizia comentaron que hace cinco años otro muro que se hallaba en dicho emplazamiento también se desplomó.