"Hoy a medida que el agua se retira se descubren los destrozos", declaró Mathias Terrier, director de comunicación de los santuarios. "Honestamente, objetivamente, estamos obligados a plantearnos la pregunta" sobre si los santuarios "podrán reabrir esta temporada", declaró.
El Gave de Pau vivió el martes y el miércoles una crecida excepcional debido a las importantes precipitaciones y a un aumento de las temperaturas que provocó que la nieve se fundiera. Esta crecida sumergió bajo 1,40 metros de agua la cueva de Lourdes, donde la tradición católica sitúa las apariciones de la Virgen, y numerosas instalaciones, tiendas y hoteles también se inundaron.
Los santuarios, ya afectados por la crecida de este mismo río en octubre de 2012, reciben cada año más de 6 millones de visitantes. En julio y agosto, cuando la temporada de peregrinación alcanza su punto álgido, entre 20.000 y 40.000 personas acuden diariamente a las 50 hectáreas del lugar.
Las tormentas que afectaron al sudoeste de Francia dejaron tres muertos, según un último balance. Este jueves por la mañana, se encontró el cadáver de una mujer ahogada en su coche, en las Landas, después de que su vehículo fuera arrastrado por la crecida de un río. El martes y el miércoles, otras dos personas murieron en circunstancias similares. Las tormentas y las lluvias de estos últimos días provocaron importantes destrozos en una gran parte de Francia.
La principal organización agrícola francesa, la FNSEA, estimó este jueves en más de 500 millones de euros los daños agrícolas en Francia.