Las fuertes lluvias de las últimas horas en Cantabria han
producido un "argayo" en la N-629, acumulación de agua en la CA-657, en
el acceso a Ogarrio (Ruesga) e inundaciones en Castro Urdiales, según ha
informado hoy Protección Civil.
El servicio del 112 recibió un total de once llamadas por
incidencias relacionadas con fenómenos adversos, por las lluvias y
tormentas que se han registrado en distintos puntos de la región.
Principalmente, ha habido problemas en las carreteras: un
argayo en la N-629, inundaciones en el acceso a Ogarrio de la CA-657 y
piedras en la calzada de la CA-261.
Además, se ha intervenido porque había piedras arrastradas
en la CA-655 (Arredondo-Bustablado) y los bomberos de Castro Urdiales
han tenido que actuar por la inundación de la calzada en el barrio de
Iseca.
MUERE PESCADOR EN LA RIA DE SANTOÑA AL SER ALCANZADO POR UN RAYO
Un pescador murió ayer fulminado por un rayo mientras
faenaba en una pequeña barca acompañado por un sobrino en la ría de
Santoña, a la altura de Montehano. Se trata de Julio César Silverio, de
origen sudamericano y unos 50 años de edad, que sobre las tres y media
de la tarde, en el momento más intenso de la tormenta eléctrica, sufrió
la acometida de un rayo que lo tiró por la borda. Varios pescadores
atendieron la llamada de auxilio del sobrino y, tras avisar a los
servicios de emergencia, el cuerpo de Julio César pudo ser trasladado ya
sin vida al puerto de Santoña.
Al parecer, el rayo alcanzó al pescador cuando pasaba con
su barca por el tercer puente, el de Cicero. El sobrino intentó sujetar
el cuerpo de su tío cuando el impacto lo lanzó del barco para impedir
que cayera al mar, y lo tuvo agarrado mientras pedía socorro a otros
botes, conocidos como 'motorucos', que pescaban por esta zona de la ría.
Al joven le fallaron las fuerzas, pues al peso de su tío se sumaban las
botas que llevaba puestas que se iban llenando de agua, así que
tuvieron que ser otros pescadores los que le ayudaron a subirlo a bordo.
Mientras, una tercera embarcación llamó al teléfono de emergencias 112,
y al rato acudieron efectivos de la Cruz Roja del Mar, que trasladaron
el cadáver a puerto.
Sobre las cuatro de la tarde la alcaldesa, Milagros
Rozadilla, fue informada del suceso y avisó, a su vez, a los
representantes de la Cofradía de Pescadores de Santoña, que pusieron sus
instalaciones a disposición de la familia de la víctima, residentes
todos ellos en Cicero desde hace más de una década. Por la tarde acudió
la esposa del fallecido, con la que tenía una hija de dos años de edad,
su suegro y una amiga de la familia, que fueron atendidos por un equipo
de psicólogos de la Cruz Roja desplazados desde Santander. La mujer de
Julio César trabaja en la guardería Carrero Blanco de Santoña, y sus
compañeras la estuvieron acompañado durante toda la tarde.
En un principio se pensó que la cercanía de unas torres de alta tensión
pudieran haber influido en el incidente, aunque después el sobrino de la
víctima indicó que «cuando ocurrió estábamos alejados de los cables».
Sin embargo, el bote en el que ambos pescaban ayer por la tarde
permanecía fondeado a escasa distancia de estas líneas de alta tensión,
circunstancia que los pescadores consideran que pudo influir y que,
incluso, el rayo podría haber impactado primero en el cableado. Fuentes
de la Cofradía precisan que el cuerpo de la víctima presentaba «las
quemaduras más graves a la altura del pecho, justo donde tenía guardado
el teléfono móvil», aunque las causas exactas de la muerte se
determinarán en la autopsia que se practique al cadáver, trasladado al
Hospital Valdecilla.