Más de 300 hectáreas de monte están ardiendo
en la parte baja del estado de California que empieza a afectar al
estado vecino de Nuevo México y que ha obligado a desplazar a más de
1.000 personas de sus hogares ante el avance del fuego.
Según el Departamento de Prevención Forestal Californiano (Cal
Fire), el fuego comenzó entre la carretera Branch Mountain y el valle de
California. Por el momento y según estimaciones de los efectivos de
emergencias, entre 250 y 300 hectáreas han sido pasto de las llamas y
diez edificaciones se encuentran muy dañadas.
Se movilizaron seis aviones cisterna y 4 helicópteros cisternas
para aplacar las llamas junto con los 125 efectivos del Servicio
Forestal de los EE.UU y los bomberos californianos que llevan luchando
contra las llamas desde ayer.
El incendio es muy virulento debido a los fuertes vientos y a las
altas temperaturas que ayudan a propagar las llamas de forma rápida por
el valle de California hasta alcanzar las zonas de Lake Hughes. Este
hecho obligó a la evacuación inmediata de más de mil personas que no han
podido, por el momento, regresar a sus hogares.
El viernes, el Servicio Meteorológico Nacional ya emitió una
advertencia nivel 'Bandera Roja' para alertar a los efectivos de
prevención de la posible aparición de incendios y a instar a los vecinos
a extremar el cuidado con cualquier generador de fuego, debido a las
altas y extremadamente secas temperaturas que sufre California desde
hace varios días y que ya provocaron conatos de fuego en el Parque
Nacional Los Padres.
Estos últimos incendios se suman a los ya padecidos a principios
de mayo que dejaron un saldo desolador de 11.000 hectáreas arrasadas y
más de 4.000 viviendas amenazadas.