Al menos 14 personas han muerto y 35 están desaparecidas por las lluvias en el suroeste de China, que por otro lado han servido para paliar la grave situación de sequía que venía produciéndose en otras regiones próximas.
La agencia Xinhua informa de que más de 45.000 residentes del condado de Wangmo (provincia de Ghizhou) han tenido que ser evacuados, y otros 3.000 continúan atrapados, de acuerdo con los datos facilitados por las autoridades.
En varias poblaciones se están dando problemas en el suministro de electricidad y agua, así como en las telecomunicaciones. Las inundaciones ya han dañado 5.500 hectáreas de cultivo, y un centenar de viviendas han quedado destrozadas, al igual que carreteras y puentes.
El Gobierno local ha movilizado a más de 330 soldados y policías para despejar las carreteras y poder así restablecer el tráfico. El departamento de asuntos civiles provincial calcula que 270.000 personas, repartidas en 11 localidades, se han visto afectadas por la situación. Mientras, los pronósticos meteorológicos vaticinan más lluvias para el día de hoy en mayor parte de Ghizhou.
La grave sequía que viene padeciendo el sureste de China comienza a apaciguarse gracias a las lluvias registradas el fin de semana, informan los medios oficiales, citados por Reuters. Unos 2,3 millones de hectáreas estaban afectadas por la sequía, sobre todo en las provincias de Hubei y Hunan, grandes productoras de petróleo, según informa el oficial 'Diario Popular', que cita a las autoridades de respuesta a estas contingencias.
Algunas partes de la ribera del Yangtze y otras aledañas han sufrido la peor sequía en al menos los últimos 50 años. Las lluvias estarían siendo entre un 40 y un 60 por ciento menos de lo habitual. La producción de energía en las presas hidroeléctricas también ha sufrido la falta de precipitaciones.
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