sábado, 5 de mayo de 2012

LISTOS PARA UNA EMERGENCIA

«Estás preparado física y psicológicamente por lo que no piensas, actúas y cumples la misión de salvaguardar la vida. El resto, y valorar los riesgos, es secundario». Fernando Pedrosa, Jefe de Relaciones Institucionales del II Batallón de la Unidad Militar de Emergencias (UME), con base en Morón de la Frontera, sabe que, de la labor de los casi medio millar de efectivos que componen la unidad, depende la seguridad de muchos de los que sufren catástrofes en sus municipios. La UME, creada en el seno de las Fuerzas Armadas por el Consejo de Ministros en 2005, sirve así de apoyo y colaboración en situaciones de emergencia que otros organismos civiles tutelan, pero también se preparan para asumir la dirección operativa en el caso de emergencias declaradas de interés nacional.
Son «grupos de primera respuesta». Tanto que un pelotón de 25 especialistas viven y duermen en el llamado «edificio de alerta» de la base moronense en turnos de 24 horas durante todo el año. Cuatro de ellos, están listos para salir en apenas 15 minutos. «El resto lo hará en menos de una hora lo que hace que en seis horas, el esfuerzo se multiplique por cuatro», explica Pedrosa.
Tras los supuestos de grave riesgo, inundaciones, terremotos, grandes nevadas, incendios forestales, emergencias nucleares, químicas o biológicas, el II Batallón de la UME despliega su dispositivo atendiendo las emergencias de Andalucía y Badajoz, además de Ceuta, Melilla y Canarias, aunque su labor ya se conoce en operaciones internacionales, como ocurrió en el terremoto de Haití.
Advierten que es la primera en ser requerida y la encargada de «canalizar» los medios humanos y materiales de los que disponen los Ejércitos y la Armada en el caso de que fuera necesario. «En el día a día, todo es intenso. Somos servidores de las emergencias», apunta el teniente de Navío, Santiago Rubén Díaz.
Ayer, sin salir de los veinte kilómetros de perímetro de la base, efectivos de la unidad demostraron su capacidad operativa. Un incendio forestal declarado ante una supuesta zona de vivienda y contiguo a espacios con combustible que requiere de una asistencia de intervención «inmediata», como el simulacro por terremoto que ha dejado derruida una casa y donde puede haber heridos. Militares «bucean», con una cámara, pozos en la zona en busca de posibles víctimas.
En la zona de emergencia, se ha instalado un punto operativo «desplegable» para intercambiar información bien con el propio Centro de Operación del Batallón (COB) fijo en las instalaciones de la base, o demás puestos de servicios de emergencias 112, para «optimizar» así recursos.
A pocos metros, un campamento de evacuados ofrece una imagen similar al instalado por la UME en Lorca (Murcia) tras el terremoto hace ahora un año. «Con ellos, nos sentimos más seguros en Andalucía», reconocía la delegada del Gobierno en la comunidad andaluza, Carmen Crespo, tras presidir ayer la Comisión Territorial de Asistencia, junto a los subdelegados de las ocho provincias andaluzas. La «eficacia» de la unidad ha hecho incluso, según avanzó Crespo, que la UME esté intentando ser «copiada» en varios países de la Unión Europea y de Latinoamérica. La lista de intervenciones es larga y suma más del centenar en los últimos cinco años, entre ellas, el apoyo en los incendios de Galicia del pasado mes de marzo, el proceso volcánico de la isla de El Hierro desde septiembre de 2011 a febrero de 2012, y las inundaciones de Écija, en diciembre de 2010.
EA2CPG