La planta de Psiquiatría del Hospital Marqués de Valdecilla tuvo que ser desalojada ayer debido a un incendio en una de las habitaciones. El fuego, que se originó al quemarse un colchón por causas que se desconocen, no causó heridos, pero sí destrozó toda la planta por culpa del intenso humo que se generó.
Los nervios, la incertidumbre, y cierta tensión, se vivieron en las inmediaciones y dentro del hospital cuando a las ocho y media de la tarde se produjo una alarma de incendio en la habitación 211. Las llamas destruyeron en pocos minutos el habitáculo, aunque las personas que estaban ingresadas pudieron abandonar el cuarto sin sufrir ningún daño. El personal procedió a sacar al resto de los enfermos de la planta. A las 20.35 horas llegaron los bomberos, que atajaron el incendio aunque no pudieron evitar que la habitación quedara destrozada. Ha sido confirmado que el fuego comenzó en el colchón de una de las camas. Aunque el origen está por determinar todo hace pensar que pudiera haberse debido a un cigarrillo. La policía científica será la que determine finalmente el motivo.
Una vez sofocado el fuego, el principal problema que se encontraron los bomberos fue liberar el humo acumulado en toda la planta y evitar que se dispersara por el resto del edificio. Al tratarse de una unidad dedicada a psiquiatría, las habitaciones son herméticas hacia el exterior, las ventanas están atornilladas y los cristales son de alta seguridad. Por este motivo, los bomberos, para poder dar salida a la densa humareda, tuvieron que proceder, donde pudieron, a desatornillar las ventanas, mientras que en otras estancias no quedó más remedio que romper los cristales para permitir la circulación del aire. No se permitió el acceso a nadie al interior del edificio durante una hora.
Actuaron un total de 22 efectivos auxiliados por dos autobombas y sendos vehículos de apoyo. También estuvo en el retén personal de Protección Civil y del 112. Actuaron agentes de las policías local y nacional.
El alcalde, Íñigo de la Serna, los concejales César Díaz y Santiago Recio, y el jefe de gabinete, Antonio Gómez, se personaron en el lugar del siniestro para ser informados de lo ocurrido. Sobre las nueve y media de la noche se permitió el acceso al interior del hospital.
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