Las autoridades islandesas han ordenado este domingo el cierre del aeropuerto internacional de Keflavik, el más importante del país, como medida de precaución tras la erupción ayer del Grímsvötn, que obligará al cierre de otras instalaciones aeroportuarias conforme avance el día.
"Las cenizas se extenderán hoy por todo el espacio aéreo del país, según las predicciones de distribución para las próximas seis horas, lo que desembocará en el cierre de la mayoría de los aeropuertos islandeses", comunicó la autoridad de aviación civil, Isavia.
El masivo glaciar, que se encuentra en el sureste de Islandia, está expulsando columnas de humo blanco que ahora ya superan los 15 kilómetros de altura. Sin embargo, el geólogo Hjorleifur Sveinbjornsson considera que no tendrá el impacto de la registrada el año pasado.
"Es posible que sea una gran erupción, pero es muy poco probable que se parezca a lo del año pasado", estimó.
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