El Gobierno de Japón impondrá a partir del 1 de julio la reducción en un 15 por ciento del consumo de electricidad en las regiones afectadas por el terremoto y el tsunami del 11 de marzo. La política estará vigente durante más de dos meses, ha anunciado el secretario del Gabinete, Yukio Edano.
De esta forma se pretenden evitar apagones durante el verano, la temporada del año en la que más crece el consumo. Los responsables del sector todavía se afanan en recuperar los niveles de producción energética previos a la catástrofe. Las empresas afectadas son la Compañía Eléctrica de Tokio (TEPCO, que abastece a Tokio y su inmenso área metropolitana) y a la Compañía Eléctrica de Tohoku, en el noreste de la isla de Honshu, la más grande del archipiélago.
Edano ha querido aclarar que la medida afectará a los que cuenten con contrato para el consumo de 500 kilowatios o más, mientras que las instituciones sanitarias y el sector del transporte deberán cumplir con objetivos menos ambiciosos. Las autoridades han pedido a otras empresas y a las familias que se acojan voluntariamente a la política de reducción del consumo.
Las restricciones a Tepco se prolongarán hasta el 22 de septiembre pero las que atañen a Tohoku acabarán el 9 del mismo mes. Estará en vigor los días laborales, entre las 9.00 y las 20.00 horas.
EA2CPG