Aere ha dejado 11 muertos desde que llegó la provincia oriental de Catanduanes el domingo por la mañana con vientos de 85 kilómetros (53 millas) por hora y ráfagas de 100 kilómetros (62 millas) por hora. La tormenta provocó deslaves y dejó varias zonas sin energía eléctrica, al tiempo que golpeó la bahía de Manila y causó nerviosismo en la capital durante la noche.
La mayoría de víctimas murieron ahogadas o sepultadas por corrimientos de tierra provocados por los fuertes aguaceros y el viento, que también provocó la caída de postes de la electricidad y árboles, así como cortes de varias carreteras.
Más de 5.000 familias tuvieron que ser evacuadas y otras 4.000 estaban atrapadas en la zona afectada, según la agencia nacional de Desastres.
EA2CPG
