El presidente de Tokyo Electric Power (TEPCO), Masataka Shimizu, ha presentado su dimisión. Esta decisión se produce después de que la compañía se haya visto forzada a recurrir a la ayuda del Gobierno japonés para hacer frente a la mayor catástrofe nuclear a nivel mundial desde Chernobyl en 1986.
La operadora de la planta de Fukushima Daiichi pretende reemplazar a Shimizu, cuya gestión durante la crisis nuclear ha sido muy criticada por la opinión pública nipona, por Toshio Nishizawa, aunque estos cambios aún deberán ser aprobados por la junta general de la compañía.
Por otro lado, ante la incertidumbre de las responsabilidades a las que deberá hacer frente la empresa, Tepco ha declinado la posibilidad de realizar cualquier previsión sobre los resultados del presente ejercicio fiscal.
Por su parte, la compañía ha cerrado su año fiscal con pérdidas récord de 1,25 billones de yenes (10.680 millones de euros), las más elevadas de la historia para una empresa japonesa no financiera, en contraste con el beneficio de 102.300 millones de yenes (874 millones de euros) del ejercicio anterior, a raíz del impacto del accidente en la planta nuclear de Fukushima Daiichi, informó la empresa.
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