Aseguran que la mayoría de los médicos y enfermeras dudan al momento de tomar las muestras clínicas para enviarlas al laboratorio, por temor a contagiarse.
Pero el caso va más lejos, pues en sus propias casas los afectados encuentran el rechazo de familiares.
Hilary Oscar Minier cuenta con amargura que cuando acudió al hospital Luis Eduardo Aybar con síntomas de cólera nadie quería tocarlo, como si se tratara de un “malogrado”.
Sin embargo, afirma que su dolor fue mayor cuando regresó a su hogar, tras dos días de internamiento, y su esposa no quiso compartir la cama con él por temor a contagiarse.
Un caso similar es el de Carmen Taveras, quien se infectó de cólera mientras cuidaba a su esposo, Ricardo Canó, residente en La Lila, de Los Tres Brazos.
La mujer narra que en varias ocasiones los médicos le aconsejaron que no tuviera contacto con su pareja y que usara guantes para limpiarlo, pero obvió los consejos, porque no quería que su esposo se sintiera mal, ya que, según dice, sus familiares cercanos, médicos y enfermeras no querían acercársele.
Historias y quejas como estas se escuchan a diario en los hospitales tras los brotes de cólera surgidos en las últimas dos semanas en barrios del Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo, donde algunas de las salas habilitadas para atender los casos sospechosos no resultan suficientes.
Medidas. El ministro de Salud Pública, Bautista Rojas Gómez, supervisó ayer los servicios en los principales hospitales de la capital, donde instruyó al personal reforzar la calidad de la atención brindada a los pacientes, con la finalidad de garantizarle la vida.
Dispuso, además, que el personal de salud ofrezca educación y orientación a la población que acude a esos centros sanitarios respecto a los modos de transmisión de la enfermedad.
El pasado jueves, el presidente Leonel Fernández llamó a la población a no alarmarse ante el incremento de los casos de la enfermedad que ha cobrado la vida de miles de personas en el vecino Haití.
Los casos no cesan
Ayer continuaban reportándose más casos sospechosos de la enfermedad, y hasta el mediodía 71 personas permanecían ingresadas en cuatro hospitales del Gran Santo Domingo. El Luis Eduardo Aybar registraba 42 pacientes internos, sin sumar los siete que ingerían suero en la mesa de hidratación habilitada por las autoridades.
En el hospital infantil San Lorenzo, de Los Mina, había 11 ingresados, mientras que en el Moscoso Puello permanecían siete. En el Santo Socorro había 11 pacientes
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