El de ayer fue un domingo laborable en las zonas de Asturias más dañadas por el temporal: el Oriente, el bajo Nalón y el Suroccidente. Muchos vecinos dedicaron la jornada a reparar los numerosos desperfectos y destrozos dejados por «Gong», la ciclogénesis explosiva de lluvia y viento, a su paso por la región. Ahora, tras la tempestad, llega la calma, aunque sea relativa. Las trombas de agua se alejan, pero pueden producirse chubascos débiles y, además, bajan las temperaturas, según las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
En Villaviciosa, muchos vecinos seguían ayer con problemas por las inundaciones del sábado. Dos vehículos de Bomberos trabajaron durante la mañana en la urbanización de La Oliva, sacando el agua que inundó los sótanos y las plantas bajas de las viviendas. El parque de la Barquerina y la calle adyacente presentaban dos importantes balsas de agua. Los operarios municipales continuaban trabajando a mediodía para desatascar las alcantarillas de la zona.
La comarca oriental se despertó con argayos, fincas inundadas y playas, como la riosellana de Santa Marina, sembradas de madera y ramajes. En Caravia Alta se produjo un socavón en el cauce del río Melfonso, que pasa por debajo de la carretera nacional (N-632). El Ayuntamiento habilitó un paso provisional para vehículos ligeros por dentro del pueblo.
En el bajo Nalón, los vecinos de Riberas (Soto del Barco) y de Peñaullán y Quinzanas (Pravia), afectados por el desbordamiento del Nalón y del Narcea, denunciaron que el problema se repite porque el agua de los embalses se suelta con la marea alta. En Quinzanas, la carretera continuaba anegada. También hubo cortes en Salas, a la altura de Espinedo.
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