Dicho ciclón, comenzó a formarse a última hora de ayer, en posiciones cercanas al Mar Balear, por un proceso de ciclogénesis muy intenso y que prácticamente podría considerarse como explosiva.
Así, la presión mínima central estimada para el ciclón ha descendido
más de 15 hPa en 24 horas, un descenso muy destacable para un sistema de
baja presión formado en el Mediterráneo.
A su paso por las Islas Baleares, anoche y esta madrugada, se han reportado
chubascos y tormentas de gran intensidad, así como fuertes rachas de
viento. De hecho, una Estación Meteorológica Autormática de la Agencia
Estatal de Meteorología (Bunyola, Illes Balears) ha reportado una racha de 130 km/h a las 00:50 hora oficial peninsular.
Esta mañana, el satélite meteorológico
MetOp-A ha sobrevolado al ciclón, tomando la increíble que se puede
observar arriba, en modo visible y falso color RGB, en alta resolución (ver a 1000 píxeles de ancho en el hilo de análisis de imágenes satelitales, en el foro de debate).
Esta técnica permite discriminar los
tipos de nubosidad así como realzar las superficies innivadas. De este
modo, se puede distinguir la gran actividad convectiva que acompaña al
ciclón, así como las nieves que cubren los Alpes y otras zonas extensas
más bajas que lindan al norte y este.
Se observa cómo los vientos más intensos
se dan en el flanco sur, pero queriendo rodear a casi todo el núcleo
del ciclón, acercándose a su centro.
Esto es interesante porque, aunque
distan mucho de querer concentrarse muy cerca del núcleo, como ocurre en
los ciclones tropicales, tampoco sigue la distribución típica de los
vientos de una borrasca extratropical, en la que los más intensos se dan
lejos del centro y afectan a una amplia región.
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