El alcalde del municipio se ha reunido con el presidente de la CHE,
Xavier de Pedro, y el presidente de la Diputación de Zaragoza, Luis
María Beamonte, para analizar la situación, ahora controlada. La cresta
de la riada se dirige ahora hacia Zaragoza.
Los vecinos de la localidad zaragozana de Boquiñeni se han movilizado para taponar las filtraciones de una mota cuya rotura amenazaba con inundar la localidad, que ha suspendido las clases y estaba preparada para una posible evacuación. Sin embargo, el alcalde de la localidad, Miguel Ángel Sanjuán, ha confirmado a HERALDO.es que la valoración de los técnicos de la CHE ha descartado este extremo y el nivel de alarma ha descendido en el municipio.
Sanjuán ha informado de que en torno a las 7.00, voluntarios del pueblo con maquinaria propia han procedido al acopio de grava para tratar de frenar las filtraciones de la mota que está provocando la última crecida del Ebro.
Se trata de una defensa que se construyó en 1980 y que las sucesivas crecidas del río han ido deteriorando, sobre todo desde que en 2003 se partiera para pasar una tubería.
"La gente no ha querido quedarse de brazos cruzados" ha reconocido Sanjuán, quien no obstante esperaba la valoración de los técnicos de la Confederación Hidrográfica del Ebro para conocer el peligro que representa.
El alcalde ha apuntado que con las avenidas del Ebro el agua siempre acaba llegando al pueblo pero en el caso de que se rompiera la defensa lo inundaría por completo, ya que el municipio está por debajo del nivel del cauce.
El nivel del río, tras pasar la cresta de la última crecida, se encuentra a 6,90 metros con un caudal de unos 1.900 metros cúbicos por segundo.
De momento se han suspendido las clases escolares, principalmente porque
por la puerta del colegio pasa toda la maquinaria que está trabajando
en el refuerzo de la mota.
En Boquiñeni, un municipio de 930 habitantes, la crecida del Ebro ha anegado de 300 a 400 hectáreas.
En otros municipios
En Padrilla de Ebro, tras pasar la noche en vela, están
ahora más tranquilos, según ha reconocido su alcalde, Luis Eduardo
Moncín, quien ha informado de que el Ebro se encuentra ahora con una altura de 7.10 metros y un caudal de 2.000 m3/sg.
En este municipio el casco urbano no ha sufrido afecciones salvo los campos, las piscinas y los parques.
En Gallur, el portavoz de la Plataforma de Afectados por las Inundaciones, Antonio Manero,
ha explicado que se han anegado unas 1.700 de las 5.000 hectáreas de
cultivos que ha inundado la avenida en la ribera alta del Ebro, aunque
será necesario esperar a qué baje el nivel para valorar los daños.
Manero da por perdida toda la hortaliza y será necesario esperar a ver cómo reaccionan las cosechas de cereales.
El casco urbano no se ha visto afectado, gracias principalmente a la
construcción de una compuerta, aunque sí que se han tenido que evacuar
algunas granjas de cerdos.
La cresta de la crecida se dirige ahora hacia Zaragoza,
donde el río presenta un caudal de 1.776 m3/sg y un nivel de 4,68
metros y se mantiene estable desde las 4.00 horas, según figura en la
página web de la CHE.
EA2CPG