«Por suerte, no había nadie viviendo». Ese es el alivio
con el que se expresaba José Luis Pita, alcalde pedáneo de Ongayo
(Suances), al relatar los estragos de la tormenta que se abatió durante
la madrugada del miércoles sobre el municipio, uno de cuyos rayos
destrozó el tejado y dejó un enorme boquete en una robusta vivienda
unifamiliar construida en piedra.
Fabián García, que vive a unos metros de la casa, al ver
venir la tormenta comenzó a desconectar la mayoría de los aparatos
eléctricos de su vivienda, pero todo lo que dejó enchufado, se lo
estropeó. «Me rompió el ordenador, la caldera, el portero automático,
las antenas de la tele y el amplificador. Fue un cacharrazo
impresionante», recuerda el momento en que cayó el rayo. «Pero lo asocié
al trueno, y no a que se había roto el tejado de la casa de al lado».
Los desperfectos más cuantiosos en la referida vivienda
se produjeron en la cubierta y en una de las paredes laterales. Cayó el
rayo y seguidamente se fue la luz en todo el pueblo, recuerda Pita,
quien asimismo reseña que la mayoría de los vecinos se quedaron sin
línea telefónica, avería que aún perduraba ayer. Tampoco funcionaban los
teléfonos en el barrio de La Cuba de Arriba, en Suances. «Yo estaba en
el ordenador, pegó un zambombazo y se apagó», dice Eduardo Pascual, «y a
mi vecino se le estropeó la caldera y todo el sistema de telefonía».
Otro vecino de La Cuba, Miguel Saiz, se había levantado y
reconoce que se asustó: «Parecía que el rayo había entrado por nuestra
ventana». También en el cuartel de la Guardia Civil del municipio se
produjeron algunos desperfectos a consecuencia de la tormenta.
El viento tumbó árboles
El fuerte viento que sopló ayer de madrugada en toda la
región (se midieron rachas de 107 kilómetros por hora en Tresviso y de
100 km/h en Santander) provocó diversas incidencias, principalmente el
derribo de árboles. Así sucedió en Lamasón, Pechón o Vega de Pas. En
este último municipio un árbol cayó junto a un antiguo molino en el
barrio El Burnalón, y arrastró un poste de teléfonos, con lo que se
interrumpieron las comunicaciones en algunas viviendas.
Según los vecinos, el árbol que ayer derribó el viento se
encuentra en una zona de bosque próxima a un río y a un grupo de
viviendas y que ya en 2008 alertaron a la Confederación, al Ayuntamiento
y a Montes sobre el riesgo de una posible caída sobre las viviendas.
EA2CPG