Ramos ha indicado que la mayoría de las muertes se han registrado en la ciudad de Nuevo Batán, ubicada en la provincia de Valle de Compostela, en el sur de la isla de Mindanao, debido a las inundaciones y a los desprendimientos de terreno provocados por 'Pablo'.
Además ha advertido de que el balance de víctimas mortales podría aumentar en las próximas horas "porque hay muchos desaparecidos". "Los números aumentan a medida que los servicios de emergencias llegan a las zonas más remotas", ha apuntado.
Los camiones militares están transportando los cadáveres a sitios públicos para que la gente que está buscando a sus familiares pueda acudir allí y ayudar en las tareas de identificación. De momento, ya se han puesto nombres y apellidos a 21.
La cifra de desalojados también sigue aumentando. Unas 167.000 personas han tenido que abandonar sus hogares y refugiarse en centros de evacuación, en su mayoría edificios públicos que han sido habilitados a tal efecto.
'Pablo' aterrizó a primera hora del martes en la ciudad de Baganga, ubicada en Davao Oriental, con vientos sostenidos de 175 kilómetros por hora y ráfagas de 210 kilómetros por hora. Se espera que se debilite a medida que recorra el territorio filipino, de donde saldrá este jueves.
REFLEXIÓN GUBERNAMENTAL
El presidente filipino, Benigno Aquino, ha expresado su deseo de que el país aprenda de las lecciones que ha aprendido tras los numerosos desastres naturales que ha sufrido en los últimos años para evitar otros nuevos.
"Cada nueva víctima es una motivo de angustia. Nuestro principal objetivo será siempre encontrar la formar de reducir su número", ha dicho el jefe de Estado, en una rueda de prensa celebrada en la capital, Manila.
Además, ha anunciado la apertura de una investigación judicial para determinar por qué había una base militar y un centro de evacuación en áreas de riesgo que finalmente han sido golpeadas por 'Pablo', acabando con decenas de vidas.
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