Las fuertes rachas de viento registradas durante la madrugada y las primeras horas de ayer en Bizkaia dejaron a su paso numerosos efectos: tejas y ramas caídas, contenedores volcados y dos incidentes de mayor gravedad, aunque sin consecuencias personales. En Carranza, un tren de Feve que operaba la línea Bilbao-Santander topó con un árbol desplomado sobre las vías. En el aeropuerto de Loiu, un avión que procedía de Francia tuvo que dar la vuelta.
La alerta amarilla activada por el Departamento vasco de Interior demostró tener consistencia. Los vientos llegaron a alcanzar los 125,6 kilómetros por hora en municipios como Orduña y dificultaron las maniobras de aterrizaje y despegue en 'La Paloma'. No obstante, sólo un vuelo no consiguió tomar tierra. Era de la compañía Air France y llegaba del aeropuerto parisino de Charles de Gaulle. La torre de control desvió el aparato a Biarritz, desde donde el pasaje fue transportado por carretera hasta la capital vizcaína.
El segundo episodio más notable de la jornada se registró a las 8.56 en Carranza, cuando un tren que había partido una hora antes de Bilbao topó con un árbol caído sobre el trazado. El maquinista activó a tiempo el freno y, según la compañía, la cabecera chocó «levemente» con el tronco. Sin embargo, el impacto fue suficiente para que quedara averiada la tubería de freno de la unidad, que no pudo proseguir la marcha. Los treinta pasajeros que ocupaban los vagones «no se percataron» del incidente, añadieron las fuentes de Feve, pero tuvieron que esperar más de media hora a que por la otra vía de la línea apareciera el convoy procedente de Santander. Entonces se procedió a un cambio de tren para continuar la ruta. Las dos únicaspersonas que viajaban en dirección Bilbao fueron transportados a sus destinos en taxi.
Contenedores volcados
El viento también dejó a su paso un rastro de contenedores fuera de su sitio y árboles caídos. Los bomberos de Bilbao hicieron siete salidas por «asuntos menores»: chapas metálicas que salieron volando de algunos edificios, daños en fachadas y tejados y ramas desprendidas. En el conjunto de Bizkaia, los bomberos forales realizaron un total de diez misiones, registradas en puntos como Muskiz, Trapagaran, Sestao, Barakaldo, Gernika o Portugalete. La avenida Carlos VII y la zona de Ballonti de esta última localidad sufrieron la caída de tejas; y en la calle Pablo Sarasate de Sestao las tablas de un andamio golpearon a un coche aparcado. Las brigadas móviles de algunos de estos municipios tuvieron que atar los contenedores de basuras. Pese a ello, muchos se desplazaron de su sitio y quedaron en medio de la carretera. Interior dio ayer por finalizada la alerta y avisó de fuertes heladas a primeras horas de la mañana de hoy.
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