Al menos once niños han muerto este lunes después de que el autobús en el que viajaban se saliese de la carretera y cayese a un estanque en la provincia china de Jiangxi, en el sureste del país, según han informado las autoridades locales.
El accidente ha ocurrido en la localidad de Guixi.
A bordo del vehículo viajaban un total de 15 menores.
Los traslados hacia el colegio se hacen especialmente peligrosos en zonas rurales de China, tanto por las largas distancias que tienen que recorrer los alumnos como por el estado del transporte y las condiciones en las que viajan los menores, a menudo apretados en pequeños espacios.
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