El volcán registró al menos tres explosiones este
domingo y provocó la caída de cenizas en los poblados cercanos, hecho
que desencadenó en la orden del gobierno de evacuar la región con el fin
de evitar una tragedia en caso que entre en erupción.
El incremento en la actividad del volcán Tungurahua que el domingo
registró al menos tres explosiones moderadas, bramidos y caída de ceniza
en las poblaciones aledañas, activó el nivel de alerta para la
evacuación voluntaria de los moradores de la zona y la vigilancia
permanente ante cualquier situación de riesgo que se pueda presentar.
Una
primera explosión despertó a las poblaciones cercanas y generó una
columna de ceniza que alcanzó los dos kilómetros de altura y cayó sobre
varias comunidades, entre las que se encuentra la turística ciudad de
Baños. En relación con días anteriores, hay un incremento de actividad
notable, con emisiones sonoras constantes y explosiones que están
ocurriendo más consecutivamente.
La última explosión generó una
columna de ceniza de hasta cinco kilómetros, mientras se divisan
incandescencias o flujos piroclásticos que descienden por los lados del
volcán hacia quebradas o se mantienen en la zona alta sin afectar zonas
pobladas.
Según expertos, la actividad del volcán se debe a una desgasificación de
magma dentro del conducto del volcán, sin que se pueda predecir si la
situación aumentará en su intensidad o disminuirá en las próximas horas.
La
Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos emitió una resolución de
alerta en las zonas consideradas de alto riesgo en la provincias andinas
de Tungurahua y Chimborazo.
Esto incluye una evacuación
voluntaria y temporal de los pobladores hacia zonas identificadas como
seguras y no hacia los albergues, pudiendo estos retornar a pernoctar en
sus viviendas. Se viabiliza la ayuda para los afectados por la ceniza
volcánica y se permite a la Secretaría la adquisición directa de bienes
para enfrentar la contingencia en caso de requerirlo.
El volcán
de 5.023 metros de altura permanece activo desde hace 13 años y su
actividad dejó en 2006 cuatro muertos, dos desaparecidos y pérdidas
económicas por daño en zonas agropecuarias.
EA2CPG