El fuego se descontroló en La Gomera. El incendio que se declaró en la tarde del viernes no ha parado de crecer, hasta propagarse en dos frentes que ayer aún no podían cercar los operativos de seguridad. El parque nacional de Garajonay y el barranco de Benchijigua ardían ayer como puntos más calientes en un incidente que ha arrasado 2.600 hectáreas, y que mantenía en vilo a toda la Isla. Y más que a ningunos, a 600 vecinos de 23 núcleos de población repartidos en los municipios de Vallehermoso, Alajeró y San Sebastián, desalojados de sus casas.
Mientras el incendio declarado también el pasado viernes en Mazo, en la isla de La Palma, iba siendo paulatinamente controlado, La Gomera vivió ayer una intensa jornada de preocupación. El dispositivo habilitado en la Isla se esforzaba durante la tarde en defender los núcleos habitados, antes que actuar en zonas de vegetación en peligro. También se trabajaba contrarreloj para frenar el incendio en la carretera de Los Roques y el Barranco de Laja. El objetivo era el de hacer frente a la propagación a la espera de un mejor tiempo que facilitara la extinción de las llamas. Algo que se preveía para mañana martes, con menos calor y viento.
El operativo que trabajó durante el día, bomberos de Tenerife, voluntarios y fuerzas de seguridad locales, recibió durante el día el refuerzo de la Unidad Militar de Emergencias. Esto es, más efectivos procedentes de Gran Canaria y Sevilla. Desde el aire el esfuerzo correspondió a tres helicópteros del Gobierno de Canarias y un helicóptero Kamov del Estado.
Mientras se combatía el fuego permanecían cortadas la carretera GM-3 y GM-2, en distintos tramos. Y la CV-15, desde el cruce de Pajaritos a la Degolladita; la CV-18 desde la Degolladita hasta Igualero, y la CV-17 desde Cruce Pajaritos hasta Playa de Santiago.
El fuego hizo necesario que se evacuaran de sus casas a 600 vecinos, de los núcleos de Guarimiar, Pastrana, Rumbazo, Lomo de Gato, Imada, Magaña, Amácigos y Gerian, en el municipio de Alajeró. En Vallehermoso hubo que proceder del mismo modo en las áreas de Chipude, La Dehesa, Pavón, Las Hayas, el Apartadero, Igualero, Los Manantiales y El Cabezo.
A lo largo de la jornada terminaron por llegar noticias desde el Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad (Cecoes) del Gobierno de Canarias de otros desalojos en puntos del municipio capitalino de San Sebastián. Así, abandonaron sus viviendas los residentes en Peraza, Vgaipala, Las Toscas, La Laja y Benchijigua.
Las viviendas en estos tres municipios no llegaron a estar afectadas, como tampoco sus vecinos. Las únicas asistencias sanitarias, realizadas por el Servicio de Urgencias de Canarias (SUC) y la Cruz Roja, han sido patologías leves relacionadas sobre todo con problemas respiratorios. Como explicó durante la tarde el jefe de servicio de Protección Civil y Emergencias del Gobierno de Canarias, Humberto Gutiérrez, la estrategia se ha centrado en defender los núcleos habitados, en donde el incendio estaba "relativamente estabilizado", y se consiguió hacer frente al fuego.
Apagar las llamas es algo que, según también lo que adelantó desde el Gobierno de Canarias ya entrada la noche, era algo que no se iba a conseguir durante el día de hoy. Pese a los hidroaviones llegados desde la Península y el amplio despliegue de efectivos, las condiciones meteorológicas tampoco han sido las más idóneas en estas dos jornadas de duro trabajo en la extinción. Ayer se emitía, sin embargo, un pronóstico de descenso de temperaturas y aumento de la humedad , lo que ayudará en las labores de extinción.
Como es lógico, la preocupación se centraba, además de en los núcleos habitados, en el área del parque de Garajonay. Lo que ha ardido en este episodio ha sido laurisilva, de difícil reposición, y la reserva natural es un área de gran valor. Sin embargo, también desertó muchos temores, en plena faena, la propagación del fuego en el barranco de Benchijigua, con las vigentes condiciones climáticas y su escarpada orografía. De hecho, desde los dispositivos contraincendios se confirmaba que la evolución del incendio en este punto podía resultar "imprevisible". El consejero canario de Economía, Hacienda y Seguridad, Javier González Ortiz, dio cuenta a última hora de la tarde del destino de los vecinos desalojados. El albergue de la Cruz Roja, instalado en Alajeró, dio cobijo a 51 personas. Y treinta más se refugiaron en la residencia escolar de San Sebastián de La Gomera. El resto se ha alojó en casas de familiares y amigos, informó González Ortiz.
La preocupación en torno al fuego en La Gomera, no obstante, ya se había propagado desde la jornada anterior. Y se acentuó cuando, a mitad del día, el presidente del Gobierno de Canarias, de visita en La Palma, confirmaba que por entonces se había propagado "un fuego absolutamente descontrolado en dos frentes" en la Isla de La Gomera. Rivero también advertía de que el control de las llamas dependerían, en buena medida, "de cómo evolucionen el viento y las temperaturas".
Uno de los helicópteros que actuaban en las labores de extinción en La Palma se trasladó en el mismo día de ayer a La Gomera, de manera que en la Isla ya operaban cinco aparatos, mientras que en La Palma permanecían tres, aunque uno sufrió un problema técnico y no podrá volver a volar hasta hoy. A estos medios se unirán tres hidroaviones cuya llegada desde la península se ha retrasado, pero que estarían listos para actuar desde primera hora de hoy. Otra jornada de duro trabajo para profesionales y voluntarios que se esfuerzan en acabar con un incendio que ha hecho arder ya más de 3.000 hectáreas.
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