En Galicia hay aproximadamente 12.000 radioaficionados y usuarios de bandas ciudadanas, y la Xunta pretende que los miembros de ese colectivo experimentado en comunicaciones colaboren con las autoridades en la vigilancia de los montes para luchar contra los incendios forestales. Fuentes de la Consellería do Medio Rural indicaron que esta es una más de las iniciativas analizadas por el departamento autonómico para tratar de involucrar a la sociedad en la lucha contra la lacra que cada verano causa una importante destrucción del medio natural en la comunidad, donde se producen unos ocho mil incendios al año.
Según las mismas fuentes, la Xunta establecerá una serie de convenios con los radioaficionados para fijar las formas de colaboración. No habrá aportación económica, pero Medio Rural cederá las casetas de vigilancia para que los radioaficionados instalen allí sus infraestructuras de comunicación, de forma que puedan ejercer su actividad ordinaria desde ese lugar y al mismo tiempo alertar de situaciones de riesgo.
Hace meses que los responsables de Medio Rural vienen manteniendo reuniones con directivos de las asociaciones de radioaficionados que operan en Galicia para tratar de establecer la forma en la que estos colectivos podrán colaborar con las autoridades encargadas de la vigilancia del monte. De hecho, la propia conselleira, Rosa Quintana, se reunió ya con algunos de los dirigentes de esas asociaciones radicadas en la comunidad. «Se trata de implicar al mayor número de personas posible para que puedan colaborar, desde el punto de vista de la prevención, en la lucha contra los incendios forestales», apuntan desde la Consellería do Medio Rural.
En este momento, los servicios jurídicos de la Xunta están analizando la forma más conveniente para la elaboración de los convenios de colaboración con los radioaficionados. Está previsto que la firma de esos acuerdos pueda realizarse en las próximas semanas.
El de los radioaficionados y usuarios de bandas ciudadanas es un colectivo «que se acerca muchas veces al monte», explican desde la consellería, para practicar una actividad de tipo recreativo, pero a su vez «pueden ayudarnos a vigilar para prevenir las situaciones de riesgo en los montes».
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